Se cumplieron 15 años de la desaparición forzada de Jorge Julio López, cuyo testimonio fue vital para que el exjefe de la policía bonaerense, Miguel Etchecolatz, fuera condenado por genocidio.
En diálogo con “Superlógica”, su hijo Rubén detalló las actividades que realizan para recordarlo. También destacó que hoy nuevamente su testimonio cobra valor ya que por él está siendo juzgado el jefe del servicio externo de la Unidad Regional de La Plata, Julio César Garachico, por los tormentos infligidos a 7 personas cautivas en el centro clandestino conocido como "Pozo de Arana".
Tras 15 años de incertidumbre, los familiares siguen pensando que “alguien lo convenció para que saliera de su casa”, aunque no hay testigos que hayan visto nada, indicó Rubén.
“Este es un dolor y una deuda de la democracia, una de las tantas que hay”, enfatizó el entrevistado y consignó que “en 38 años de democracia hay muchas personas desaparecidas, aunque no en este contexto, porque mi viejo estaba declarando en juicios de lesa humanidad”.
Adelantó que este viernes “a las 18 horas presentaremos una obra que se llama “Reliquia” por parte de un artista que trabaja con objetos de mi viejo como su ropa o herramientas” en el Centro Cultural Kirchner.
Consultado sobre qué cree que le sucedió a su padre, afirmó: “creo que alguien convenció esa noche a mi viejo para salir de la casa, porque de otra manera no se entiende”. En ese marco, agregó que “hay 5 testigos que lo ven a 3 o 5 cuadras de la casa con la ropa que él usaba para dormir y no pudimos probar nunca que alguien lo haya subido a un auto”.
“Nuestra teoría es que alguien lo convenció para hacer algo y salir y aún estamos sin saber. Siempre dije que el día que tenga una prueba cierta voy a la justicia y después a los medios, pero no tengo nada”, indicó.
Seguido, reconoció que “gracias a que mi viejo desapareció empezaron a cuidar a los testigos” y consideró que “van a encontrar algo el día que se lo lleven por delante”, en alusión a la investigación.
A raíz de lo que le sucedió a su padre “empezamos a trabajar y militar, alguien como yo, que nunca lo había hecho. Creamos la fundación y creamos maquetas para sitios de la memoria, estamos concientizando, por eso la fundación se llama Construyendo Conciencia”.