El cuarto informe del el Instituto del Conurbano de la Universidad Nacional de General Sarmiento advierte que si bien hay una reactivación de la economía, ésta todavía no se percibe en los barrios populares.
El documento es el resultado que se hace luego de un relevamiento a través de entrevistas cortas a referentes de organizaciones territoriales de todo tipo: clubes, iglesias, organizaciones de los movimientos sociales, comedores, merenderos, etc.
En Siete Colores, por FM 97 UNE Verónica Maceira, docente e investigadora del Instituto explicó: “el principal problema en los barrios populares y el conurbano es la inserción laboral. Si bien existe una recuperación general del empleo, los barrios populares tienen un cierto desacople. No alcanzó de la misma manera a los barrios populares y además, esta reactivación también marca una fuerte brecha de género”.
La analista destacó que “antes de la pandemia, el 67 por ciento de los ciudadanos de los barrios populares tenían una actividad precaria o eran desocupados. Es decir que, de manera estructural, esta es una fuerza de trabajo que tienen estas características” y aclaró que “si bien esta situación se ha profundizado en la pandemia y tienen nuevas características; volver a la situación inicial posiblemente no sea algo deseable, porque ya era una situación difícil”.
Además, Maceira apuntó: “como los barrios populares se caracterizan por la presencia de un empleo informal, todos los sistemas de protección al empleo formal no llegaron allí y los trabajadores informales que pararon se quedaron sin ingresos en la pandemia”.
Y reiteró: “Efectivamente hubo una reactivación pero no alcanza a todos. Y parte de la población realiza changas, rebusques que tienen que ver con la demanda acotada que es el barrio, que tiene ingresos muy menguados por las circunstancias que se viven. Además, hay una vuelta del trueque y se han poblado los grupos de face que son de compraventa y para ofrecer servicios. Estos tienenuna importancia mayor en la medida que no existe otra oportunidad de trabajo”.
Por otra parte, la investigadora detalló que otra de las preocupaciones es el acceso a la la alimentación y destalló que “está contenida a través de la asistencia del estado y de la asistencia alimentaria directa a través de los comedores y asociaciones de la sociedad civil”.
“La transferencia de ingreso son la AUH y la Tarjeta Alimentar ha sido muy importante y es muy valorada la extensión de su cobertura. Pero en los barrios populares con esto sólo no es suficiente y lo que se da es la estrategia de ir a comer en los comedores” aclaró Maceira.
Finalmente, destacó que en cuanto a la situación sanitaria y la contención “hay una evaluación positiva y una alta valoración que se refleja en los altos niveles de adhesión a la campaña de vacunación. Pero, los referentes también están preocupados por la situación de salud en general. Hay una revaloración de la cuestión de la salud y en consecuencia existe una demanda de mayor y mejor atención primaria de la salud”.