Valeria Selinger, la directora de "La Casa de los conejos”, la película basada en el libro de Laura Alcoba y que se va a estrenar el 21 de octubre, habló con Radio Provincia.
Por “Superlógica” señaló que “leí el libro en España donde vive mi madre, es corto, pero se lee muy rápido y me pasó que metí en la historia y vi las imágenes de una película, me pareció que tenía que ser una película”.
En ese sentido, agregó que “tenía bastantes puntos en común con mi historia por haber escuchado varias charlas que hizo Laura después. Hay lectores de distintas generaciones que vivieron esta historia o se la contaron. Sentí muchos puntos en común con el silencio de esta niña”.
Selinger reveló que “la película se terminó en enero de 2020 así que hubo sólo algunos encuentros presenciales antes del toque de queda generalizado” lo cual es “bastante frustrante para el cine”.
La película se estrenará en cines el 21 de octubre, adelantó la directora y remarcó que “el silencio de la niña, la importancia de las Abuelas y de los nietos recuperados” fueron centrales para que decidiese contar la historia.
En tanto, dijo que “el tono tiene algo en común con el libro, porque está contada desde la niña, intenté que no haya un exceso de imágenes para hacer llorar o reír. Intenté que fuera un discurso entrecortado, que también está en el libro y falto de palabras”.
La cineasta afirmó que “fui a ver a Laura para hacerle una entrevista para una revista y le planteé las ganas de hacer el guión de la película. Se lo planteé como algo conjunto y me dijo que no, me dijo que para ella, de su parte, el trabajo estaba hecho, pero me dio carta blanca para que yo hiciera el guión. No obstante, luego me ayudó un montón”.
“Se ha hecho una adaptación a la radio y una de teatro y ella también se quedó como al margen, siempre leyendo y dando sus aportes cuando pudo, pero al margen de la escritura”, reveló la entrevistada.
Seguido, consignó que “Chicha (Mariani) ya no estaba cuando se estrenó la película, le mandé algunos fragmentos de la película. Cuando se terminó, Laura vino a casa a verla y estaba muy emocionada. Le gusta mucho”.
La directora del filme señaló que “había modismos del habla que para mi no tenían que estar (…) luchaba con una especie de fidelidad de lo que yo viví en ese momento. Al momento del rodaje me pareció que eso era muy importante”.