La presidenta de la Casa Brandon, Lisa Kerner, repasó por Radio Provincia la historia del espacio emblemático la Asociación Civil y Cultural Brandon por la Igualdad/Equidad de Derechos y Oportunidades, que tiene su sede en Villa Crespo, en la Ciudad de Buenos Aires. Se trata de un lugar de referencia de la cultura y la diversidad.
En diálogo con Lalalás, sostuvo que “teníamos la noción de que era importante activar por la comunidad LGTBIQ+” pero no se sentían interpelados por las organizaciones de la sociedad civil que existían. “Nosotros pensábamos que lo podíamos hacer desde el arte y la estética”, afirmó.
En ese marco, lograron abrir la Casa Brandon en 2005 y seis años después fue declarada de interés cultural, social y para la promoción de los Derechos Humanos por la Legislatura Porteña. Kerner manifestó que el reconocimiento “fue muy importante” por cuanto “me permitió hacer pié en un lugar. Pude pararme en el océano y mirar el horizonte, lo que hice y construí. Fue un abrazo”, admitió.
En tanto, recordó que el nombre del lugar fue elegido en homenaje al chico trans Teena Brandon, cuya historia fue reflejada en la película Los muchachos no lloran, Kimberly Peirce, que sucede en la Nebraska rural, Estados Unidos. En la actualidad, la Casa Brandon otorga un espacio para la promoción de actividades que, por razones de orientación sexual, género, color, etnia, edad, religión, lengua, opinión política o de cualquier tipo, tienen difícil acceso a los canales tradicionales de difusión.