La docente y miembro del Consejo Académico que coordina el pos título de Educación Sexual Integral del Instituto Superior del Profesorado Dr. Joaquín V. González, habló de la implementación de la Educación Sexual Integral (ESI), a 15 años de la sanción de la ley.
Por “El Frasco”, Mariela Sarlinga admitió que “la ESI salió del closed porque se ha legitimado y se ha visibilizado la necesidad de su implementación”, pero, “por otro lado hay una serie de obstáculos que hacen que la implementación de la ley se encuentre con trabas”.
En ese sentido, puntualizó que “hoy ya no tenemos casi que explicar qué es la ESI, hay un conocimiento bastante extendido de que estamos hablando de una política educativa que después de una larga disputa social logró convertirse en una política educativa”.
Consignó la entrevistada que en el postítulo en CABA “tenemos 2.000 mil aspirantes cada año para capacitarse y solo tenemos 200 vacantes”, lo que marca un fuerte déficit.
“Si uno lee el primer artículo de la ley, explica qué se entiende por sexualidad, como fenómeno humano ampliamente superador de la genitalidad”, indicó la especialista, al reflexionar sobre los reparos que algunos sectores ponen para implementar la formación en las escuelas.
Admitió que “hay una idea de adoctrinamiento, cuando la ESI lo que hace es garantizar una serie de derechos innumerables”, de hecho, “a partir de las clases de ESI aumentaron las denuncias de niños y niñas que habían podido poner en palabras los abusos” de los que eran víctimas.
Sarlinga advirtió que “hay que revisar los verdaderos adoctrinamientos que surcan la educación, que no tienen que ver con la ESI, que es una política que amplía derechos”.
Seguido, afirmó que “la ESI nos invita a pensar que la sexualidad siempre se la pensó como una cuestión individual y biológica y que los trapos sucios se lavan al interior de la casa. La ESI, como la Ley Micaela (…) garantizan derechos” y apuntan al “ejercicio de una sexualidad libre de violencias”.
La entrevistada consideró que “hace falta capacitación en todas las provincias y pensar a la ESI verdaderamente como una política de Estado sostenida en el tiempo, ahora se están actualizando los materiales del programa nacional. La mirada ha quedado algo lejana y hace falta ver cómo vamos actualizando los discursos”.
Agregó que “para mí el cuello de botella tiene que ver con la capacitación docente, hace falta que los funcionarios se capaciten y protejan a los trabajadores que cumplen la ley que a veces son denunciados y perseguidos” por eso.
En tanto, señaló que “las escuelas parroquiales tienen su propia educación sexual que la llaman educación para el amor que propone, como método anticonceptivo, la abstinencia sexual”.
Sarlinga remarcó que “hay un avance importante en la legitimidad de la ESI pero nos falta una implementación integral que implica una mirada biopsicosocial de la sexualidad” y sostuvo que “hay muchos docentes que se sienten solos en esta tarea, es un cambio contracultural la educación sexual, una persona sola no puede hacerlo”.