La periodista y escritora Sandra Russo adelantó que está preparando un nuevo libro que se va a llamar ‘45 años de contrarrelato’, en los que abordará su carrera que, según definió, “consistió en trabajar en medios contrahegemónicos”.
En declaraciones a Radio Provincia, sostuvo que “nunca tuve grandes contratos ni grandes sueldos” y que tampoco quiso hacer carrera de periodista televisiva porque “es un soporte que no aguanto mucho”. Destacó que participó en el programa ‘678’ porque “era una necesidad política y había que poner la cara”. Sin embargo, aclaró que “para mi vida fue demoledor porque –con ese tipo de propuestas- te exponés a que te insulten, te escupan, a que te echen de un cine o un restaurante, te agredan físicamente y después la censura durante 4 años” de macrismo.
Russo manifestó que “el negocio de los medios hegemónicos no es ofrecer verdad al público sino público a sus anunciantes. Todo el tiempo están tratando de reunir audiencias multitudinarias por la pauta”. En tal aspecto, aseguró que “no elijo trabajar así, busco espacios donde pueda decir lo que no está dicho, lo que hace que un lector vuelve a buscar tu firma. En el momento en que los lectores sienten que les están contando la noticia que ya leyeron 80 veces o que estás haciendo el análisis que ya lo vieron 100 veces, te dejan de seguir. La fidelidad del lector tiene que ver con que siempre cruces un borde de frontalidad. Se pagan costos pero es el periodismo que me interesa”, sintetizó.
Asimismo, agregó que “lo mío siempre fue el análisis. No doy noticias ni primicias. Lo que hago es juntar hechos de la realidad que se nos presentan por separado y que nos ocultan las conexiones”.
Parte de su carrera
La periodista Sandra Russo recordó “a los 18 años trabajaba con una banda de pibes con quienes hacíamos una revista cultural que abrochábamos y vendíamos en la calle, en plena dictadura. Si en ese momento me hubiera invitado a trabajar en la revista Semana o Somos, hubiera dicho que no. La certeza de que iba a ir por un lado donde no estaba la hegemonía la tuve desde que empecé”.
En tanto, sostuvo que durante la gestión de Néstor Kirchner trabajó seis meses en Radio Mitre. Era un momento donde todavía no estaba la pelea del Grupo Clarín contra el kirchnerismo porque el entonces presidente había permitido la fusión de Cablevisión y Multicanal. Sin embargo, indicó que el programa no fue lo que esperaba y se fue: “Me aburrí como un hongo, estuve seis meses. No me interesaba el público que seguía el programa”.
Por otro lado, se refirió a su participación como jefa de prensa de la mítica banda Almendra. La escritora habló de la gira que el grupo hizo en el 80 y del impactó que le causó “ir en plena dictadura por todo el país viendo estadios de 20 mil ó 30 mil pibes escuchando a la banda que sonaba como los dioses”. Además, señaló que “todavía no se me pasó la impresión de conocer a Spinetta”. “Yo era la encargada de darle las letras de los temas que iban a hacer todas las noches a los delegados municipales, que en la dictadura te tenían que aprobar. Entonces cambiábamos algunas palabras, total cuando las cantaban nadie se daba cuenta. En lugar de poner ‘orgasmo’ poníamos ‘ocaso’. Fue una experiencia de comunicación colectiva que no separo del resto de mi trabajo”, expresó.
Por otro lado, dijo que todavía le cuesta creer la muerte de Gabo Ferro. Russo reconoció que lo descubrió de forma bastante tardíamente: “En los dos primeros años de macrismo, me encontré en la calle en el medio de una enorme depresión por todo lo que estaba pasando, cantando Lo que te da terror. Era como un mantra. Sentía que la obra de Gabo me entraba por lugares muy fuertes porque también iba al límite en lo que decía y en cómo lo decía”. En ese marco, contó que “tuve la necesidad de hablar con él. Busqué su facebook y le mandé un messenger. Después lo conocí y lo vi varias veces. Pocas personas en la vida me han despertado esa necesidad de contacto ineludible. Es una pérdida enorme”, cerró.