Matías Blaustein. doctor en Biología, docente de la UBA e investigador del CONICET dialogó con "Es por Ahí" por FM 97 UNE para hablar sobre cómo y quiénes deciden qué investigaciones en salud y biomedicina se priorizan a nivel mundial.
Blaustein resaltó que a partir del estudio realizado entre los años 1999-2018, denominado "Sobre qué hombros se usó para la investigación en salud. Determinando los actores claves y los contenidos de la agenda global en la investigación biomédica" de la revista académica Plos One se observaron dos aspectos.
El especialista indicó que “los resultados del artículo tienen conexión con la pandemia, sin embargo, las investigaciones son anteriores a la aparición de la Sars-Cov 2”.
A su vez, explicó que “cuando lo empezamos a analizar en el año 2019 se trataba de observar quiénes eran los actores/actrices a la hora de definir la agenda de investigación en biosalud”.
De este modo, Blaustein expresó que "entendimos que hay un análisis biométrico dislexico. Lo que observamos por un lado, a partir de las 30 revistas internacionales de mayor impacto, fueron las afiliaciones en esos trabajos. El resultado fue qué universidades, e instituciones a nivel público o privado aparecen firmando esos artículos".
Por otro lado, Blaustein puntualizó que "lo que analizamos fue el contenido de los títulos, y de los resúmenes y las palabras claves. Con ello nos quedamos sobre los principales términos que aparecen mayormente".
Es así que "lo que resultó fue el contenido de los últimos 20 años de la biomedicina y la salud y vimos que aparecen instituciones destacadas como Harvard, Stanford, Oxford, sobretodo norteamericana; y una serie como por ejemplo Roche, y asociadas a la pandemia como Pfizer, AstraZeneca".
Entonces, los resultados fueron "un mapa de autoría, vinculadas a instituciones públicas, dando como resultado una influencia de las farmacéuticas, por sobre la agenda pública. Vimos que en los últimos 10 años el rol de estas corporaciones privadas, es cada vez es más importante".
Por último resaltó que "no es una novedad, porque se conoce el financiamiento de las instituciones privadas en la investigación, pero lo que vemos es un avance de lo que llamamos un “extractivismo de conocimiento”.