El autor de libro "Todo mientras Diego", Ariel Scher, manifestó que el ídolo popular “era un maestro del lenguaje, una especie de literatura de la chispa que hizo maravillas con respuestas sintéticas mucho antes del 2006 cuando en Estados Unidos se patentó Twitter”. Y agregó que “Diego era un campeón de la narrativa. Un tipo que dice ‘me cortaron las piernas’ y ‘yo me equivoqué y pagué’ es alguien nutrido en el Twitter del pueblo antes de que eso se convirtiera en un negocio”. En el marco de los homenajes que se realizaron por el cumpleaños 61 del campeón del mundo, el periodista destacó que “me gusta el fútbol y la gente que va de frente y Diego iba al frente y se hacía cargo de la situación”.
Por Radio Provincia, explicó que para escribir sobre Diego “hay que asumir que aunque te salga la mejor oración de tu vida va a estar muy por debajo del sujeto inspirador. Escribo cuentos todos los días pero en un cuento en el que el pretexto es Maradona sabés que no hay modo porque nadie hace nada ni en la soledad del amor ni en lo público de querer cambiar el mundo como Maradona jugaba al fútbol”.
De todos modos, Scher aclaró que se trata de “una inspiración muy cómoda porque Maradona está lleno de vida y contradicciones y esa condición es un latido de barrio. Diego es el fútbol de los clubes de barrio llevado a la máxima observación mundial. Es el rescate de lo que habita en cada canchita, que en algún lugar hace que pibes y pibas tengan la expectativa de ser felices por cinco minutos. Entonces es muy difícil no sentirse invitado a escribir, a decir, a pensar, a soñar, a preguntarse y emocionarse alrededor de su vida. Diego es una colección de representaciones”.
Por otro parte, sostuvo que cuando se enteró de la muerte del ícono del deporte nacional “venía de hacer algo con algunos de mis nietos y gente ligada a la comunicación dijo en un grupo de WhatsApp ‘parece que…’, y no podía creerlo y hoy repito lo mismo: no puede ser”. Sin embargo, lo confirmó cuando “iba caminando por una vereda de mi barrio sacudido por ese mensaje y pasó por delante de mí una señora que no recuerdo haber visto nunca antes ni volver a ver, que venía con una bolsa de hacer compras. Nos miramos y me di cuenta de que lagrimeaba, y dije: se murió. Estoy hermanado con esa mujer para los tiempos de los tiempos”.
Para Scher, Diego “expresa rebelión, arte y el ir por lo imposible” y sugirió que su vida y obra debería ser incorporada como material de estudios en las escuelas.
Asimismo, enfatizó que “no me atrevería a decir que Diego tiene más contradicciones que yo o que mi abuelo. Sí podría decir que, lo que desde nuestras modestas perspectivas fueron macanas que hizo, le pertenecen a él y se volvieron públicas porque Maradona era un fenómeno público todo el tiempo”.
Por último, el escritor destacó que “no me va a dejar de conmover nunca esa gira final que hizo como entrenador de Gimnasia donde la gente encontraba maneras de decirle que lo quería”.