Verónica Bajo, integrante de Acciones Feministas señalo que desde el conjunto feminista que integra, los concursos de belleza “siempre han sido objetados” y destacó que desde el 2012 han empezado una campaña concreta para “denunciarlos como un claro ejemplo de violencia simbólica”.
En Siete Colores, por FM 97 UNE la mujer señaló que muchas veces esta “violencia simbólica” se encuentra abalada por el propio Estado al promover concursos de bellezas en las Fiestas Populares.
“Desde el 2012 empezamos con una campaña sistemática para criticar esto. Empezamos a mandar cartas a los municipios para denunciar estos concursos que va en contra de la ley. Pues cosificar a una chica con ciertas características física para que los funcionarios la vean en tanga y entre ellas elijan a una; es un claro ejemplo de violencia simbólica” aseguro.
Bajo denunció que “en Argentina, hay alrededor de 1000 Fiestas Populares y en cada una de ellas se convoca, con criterios sexistas y cosificantes, a mujeres muy jóvenes para que sean entronadas como adorno”. Y aclaró que desde el 2012 a la fecha hay alrededor de 74 localidades que han eliminado estos certámenes, mientras que en otros casos, sólo “los han maquillado”.
“Se les ha puesto el título de embajadoras. Esto es bastante tramposo porque las jóvenes y adolescentes siguen siendo el centro de atención y siguen cumpliendo estereotipos que tienen que ver con el sexismo, el racismo, la violencia estética, o la gordofobia, etc”
La integrante de Acciones feministas remarcó: “Nadie está en contra o cuestionando a las mujeres que participan de estos concursos, sino que lo que se analiza es lo que le piden a las mujeres y lo que funciona como plus valor. Pues, esto tiene que ver con los estereotipos impuestos, es decir con lo que la sociedad espera del cuerpo de las mujeres. Tiene que ver con la cultura prostituyente, cosificante que hay hacia las mujeres. Yo lo llamo el Estado Tinelli”.
Por otra parte, Bajo también pone bajo la lupa “el tema de lo monárquico” y se preguntó “Cuál es el concepto de Reina y porqué necesitamos, en una Fiesta Popular, tener o consagrar a una monarca, con lo que ha significado las monarquías en esta parte de América Latina.”
Finalmente, advirtió que con esta consagración de la reina o los cambios a embajadoras lo que se logra es “una especie de promotora precarizada. Porque a las chicas las hacen viajar y promocionar la ciudad o los productos pero no les pagan. Es decir que no están contratada para desarrollar esa tarea publicitaria”.