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“DESPUÉS DE EVITA LAS PRIMERAS DAMAS NO PUDIERON SER INDIFERENTES”
HISTORIA NOCTURNA

“DESPUÉS DE EVITA LAS PRIMERAS DAMAS NO PUDIERON SER INDIFERENTES”

Por leopoldo coda / 3 de November, 2021
Así lo expresó Carolina Barry, autora del libro "Se Hace La Evita. Las Otras Primeras Damas Peronistas".


La Doctora en Ciencias Políticas e investigadora del Conicet, Carolina Barry, se refirió a su libro "Se Hace La Evita. Las Otras Primeras Damas Peronistas", en el que analizó que el primer gobierno de Perón posibilitó el ingreso de gran cantidad de mujeres a la política e instaló el matrimonio gobernante y la politización de las primeras damas.

En declaraciones a Radio Provincia detalló que con la investigación “busca poner en discusión el rol de las primeras damas que no tienen ningún tipo de reglamentación legal y cuyas sus funciones pueden ser muy amplias o muy acotadas dependiendo de los intereses de cada una de ellas, lo que nos llevan a replantearnos los alcances del sistema democrático”.

La coordinadora académica del Programa de Estudios de la Historia del Peronismo se preguntó “cómo puede ser que una persona por afuera del sistema democrático asuma roles de gobierno y que eso no haya entrado en discusión en nuestro país”, y además enfatizó que “después del paso de Eva Perón, las primeras damas no han podido ser indiferente a su propio rol y al rol de Eva para imitarla o todo lo contrario”. La investigadora manifestó que “a lo largo de estos 70 años las distintas primeras damas tuvieron que tomar una decisión respecto de cuál iba a ser su rol” y ejemplificó que “Juliana Awada fue una referente de la moda y cumplió un rol protocolar”.

Según Barry, “Evita es producto de lo que estaba gestando la Revolución de Junio, que entra en conflicto con las damas de beneficencia, como lo había entrado Rozas y como lo había entrado Yrigoyen. Son gobiernos que intentan separar las funciones del Estado con las funciones que el Estado no estaba asumiendo y la estaban desarrollando estas mujeres. La Revolución de Junio ya se estaba planteando quitarle cuotas de poder a esas mujeres con la idea de secularizar y con la búsqueda de que el Estado empiece a generar otro tipo de agencias”. Por el contrario, agregó que “la concepción de Eva sobre la beneficencia era diferente al de esas mujeres, por lo que Perón entra en conflicto con las mujeres de la Sociedad de Beneficencia pero sólo de la Capital Federal, por cuanto las del resto del país siguieron funcionando”.

“Empezando por Eva, estas mujeres de las provincias aprovechan la posibilidad que se abre para generar sus propias líneas internas y empiezan a ser operadoras y a asumir funciones más allá de lo que se esperaba de ellas”, enfatizó. En ese marco, mencionó la figura de Elena Caporale, esposa del gobernador bonaerense Mercante. Al momento en que asume Mercante, “Elena era mujer de su casa, tenía hijos grandes y estaba esperando nietos. A instancias de Mercante y de Eva, empieza a formar los centros cívicos femeninos en la Provincia y a organizar actividades de acción social. Al punto de que La Vanguardia la llamaba la gobernadora”. Según Berry este no era un caso aislado ya que se trataba de “una acción masiva”.