El periodista y productor Carlos Sanabria dio detalles de la historia del estilo musical surgido a principios de los noventa, conocido como harcore punk, que plasmó en un libro que lo tiene como coautor junto a Andrea Leal: Hazlo tú mismo. Historias de harcore punk en Buenos Aires. “Hicimos ese trabajo porque consideramos que había historias que era importante rescatar debido a que hubo una juventud que en los noventa decidió organizarse para poder expresarse desde el margen del sistema, posicionándose política y socialmente, con un discurso cultural distinto al que se proponía en aquellos años”, manifestó.
En declaraciones a Radio Provincia, afirmó que “el harcore punk sigue vigente en espacios minúsculos o alternativos, de los cuales con Andrea nos sentimos parte”. Señaló que “cuando empezamos a transitar recitales siempre aparece la década del noventa como el momento iniciador y, lejos de esta nostalgia por algo que no vivimos, creemos que el harcore tiene potencia, está vivo, es parte de la cultura de hoy, pero a la vez podemos hablar con las y los protagonistas del estilo que se formaron a fines del alfonsinismo y principios del menemismo, que armaron bandas, construyeron una escena de manera autogestiva organizando sus propios recitales, sus propios sellos, siempre al margen de la industria de la música o de la idea del rock nacional que nunca les dio bola”.
Sanabria sostuvo que los seguidores del género “no se sintieron parte de la normalidad de la juventud de aquellos años”, en los cuales “parece que no pasó nada pero hubo mucho activismo”, y resaltó que el libro “es una invitación a quienes les gusta la historia cultural para que vean cómo a través de la música se podía expresar otra cosa”, por cuanto señaló que “el menemismo era algo a lo que había que oponerse”. Asimismo, agregó que “los discursos contra la dictadura y la represión policial que todavía sobrevivía en tiempos de democracia, la oposición al servicio militar obligatorio, los primeros discursos del veganismos y del feminismo forman parte de esta escena harcore punk que narramos”.
El periodista apuntó que “muchos de los integrantes de esas bandas más tarde empezaron a militar en diferentes espacios. Hay continuidades pero no dentro de la música”, mientras que “muchas bandas siguieron tocando pero hay que entender que esta música no le da lugar a nadie ni plata sino que se suele hacer por fuera del laburo, de la familia, de la vida cotidiana. Es música que nunca te vas a encontrar prendiendo la tele si no revolviendo discos en alguna feria, a la que se llega de manera particular”.
En tanto, sintetizó que “hay un sentido colectivo que ha sobrevivido y se ha potenciado desde los 90 hasta acá. El hardcore ha ido evolucionando también tomando el legado de funk people y hoy es libertad, diversidad, es seguir luchando contra el sistema. La movida está muy viva”, celebró.