El presidente Alberto Fernández encabezó la inauguración del Hospital Penitenciario en la Unidad 58 de Lomas de Zamora, acompañado por el gobernador Axel Kicillof y la vicegobernadora Verónica Magario, entre otros funcionarios nacionales y provinciales.
En ese marco, el mandatario dijo que él no quiere volver a la normalidad en la que “15 mil personas hacen huelga de hambre porque no le dan comida. Tampoco quiero volver más a la normalidad donde se hacina a los seres humanos”, en relación a la situación de las cárceles.
“Tenemos que crear otra normalidad, desde la ética que nos dice que todos somos seres humanos y que merecemos ser tratados dignamente, aun en el castigo”, enfatizó.
Fernández, consideró que “la pandemia nos da la oportunidad de empezar de nuevo para que el día que alguno de los argentinos que hoy está cumpliendo su condena vuelva a los barrios, no se encuentre con un lugar donde solo lo obligan a volver a delinquir, sino un refugio de afecto, un lugar donde poder reintegrarse seriamente a la sociedad”.
Seguido, pidió evitar a los “agoreros que suenan tratando de generar desaliento, de hacernos pelear entre nosotros, de dividirnos. Tenemos que impedir que lo logren, tenemos que darnos cuenta de lo que fuimos capaces de hacer en el peor momento de la humanidad y lo hicimos unidos. Vamos a empezar el año que viene todos unidos haciendo la Argentina que nos merecemos”, cerró el Jefe de Estado.
Por su parte, el gobernador Axel Kicillof se refirió al presupuesto de la Provincia que se aprobó en las últimas horas. Afirmó que “será un verdadero mojón en el cambio estructural de la provincia” y precisó que contempla “170 mil millones de pesos en obras”.
Agregó Kicillof que “buena parte de los recursos que se van a destinar a la obra, salud, educación, al ministerio de mujeres, políticas de empleo y desarrollo de la comunidad, e salen del esfuerzo que se hizo para que no se vayan por la canaleta de la timba financiera”.