La periodista, licenciada en Letras y magíster en gobernanza de medios y telecomunicaciones, Natali Schejtman, presentó su libro Pantalla Partida. 70 años de Política y Televisión en Canal 7. Se trata de una investigación en la que entrelaza los movimientos artísticos y políticos detrás de la historia del canal de bandera a partir de material de archivo y más de 150 entrevistas a personas que formaron parte de la señal pública desde diferentes lugares.
En declaraciones a Radio Provincia, la autora manifestó que el trabajo aborda las diferencias entre la televisión pública y la gubernamental, y detalló que se trata de “una diferencia de la que se suele hablar porque el modelo europeo -que es un poco la base de las televisiones públicas- hizo mucho hincapié en cómo hacer que esos medios no fueran copados por las autoridades políticas del momento”. Agregó que “esto tiene que ver con que los medios públicos fueron monopolios durante muchísimos años hasta muy entrado el siglo XX, por lo que tuvieron que crear varios dispositivos para evitar que eso constituyese un medio autoritario”. Mientras que, comparó, “en la Argentina los canales privados comenzaron a funcionar en los 60, por lo que la TV Pública duró como único canal público apenas 9 años”.
Schejtman enfatizó que el canal estatal “es un prisma desde el cual mirar la historia argentina y tiene puntos de inflexión que le son propios”. En tal aspecto, puntualizó “el nacimiento de los medios privados en los 60, cuando desde el canal de bandera no tomaron definiciones a pesar del surgimiento de competidores; y el tiempo de la última dictadura cuando heredó toda la tecnología y el edificio que se había adquirido para el mundial del 78”. La periodista recordó que “las fuerzas armadas se habían dividido los canales privados y eran híper competitivas entre sí”, al tiempo que resaltó que en ese entonces “Canal 7 se convirtió en un canal de punta porque además contrataron a un productor que era una eminencia para hacer programación”.
Por otro lado, reivindicó el trabajo del gobierno de Alfonsín porque desarrolló “una tarea destinada a convertir una televisión de la dictadura en una televisión de la democracia y además hace una pantalla cultural”. Por su parte, sostuvo que durante el menemismo se volvieron a privatizar los canales que habían sido estatizados en el tercer gobierno de Perón. “En 1991 Menem designó a Sofovich al frente de la TV Pública y durante esta etapa osciló entre la posibilidad de ser exitoso o ser privatizado. Él sabía muchísimo de televisión y tenía una programación muy importante, más allá de que se contrató a sí y demás”, ponderó.
En tanto, dijo que durante el periodo kirchnerista post 2008 fue otro quiebre para el canal porque “adquirió relevancia en la disputa política del momento, a nivel presupuesto y técnico”.
Por último, se refirió a los desafíos del canal y subrayó que el medio “no está exento de un cambio radical que tuvimos en la industria y tiene desafíos previos muy grandes como les pasa a las instituciones en el Estado”. Sin embargo, aclaró que “va encontrando un lugar en el caos porque este es un momento de tanta competencia y fenómenos hípercomerciales, donde las plataformas imponen una lógica difícil, creo que está en un lugar interesante para plantearse objetivos”.