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DEJÓ TODO Y SE FUE A VIVIR A SAN LUIS DONDE DISEÑA PIEZAS CORPORALES
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DEJÓ TODO Y SE FUE A VIVIR A SAN LUIS DONDE DISEÑA PIEZAS CORPORALES

Por leopoldo coda / 25 de November, 2021
La arquitecta y joyera Carla Veloso afirmó que el rostro es el registro máximo del reconocimiento eternus.

Carla Veloso es una arquitecta que se recibió en la UBA y que tras vivir casi dos años en Berlín, Alemania, llegó a las sierras Merlo, San Luis, donde trabaja con piedras preciosas y realiza objetos para distintos métodos de sanación. Primero tuvo que atravesar un período de desapego y entrar a mundos de androginia, recordó, y aseguró que para enfrentar el desafío se apoyó en lecturas de Ursula K. Le Guin. Su trabajo está plasmado en la cuenta de instagram fff_xpacio.

En declaraciones a Radio Provincia sostuvo que “el rostro es el registro máximo de reconocimiento eternus porque están los ojos. Para potenciarlos pienso en joyas que los rodeen. Hay joyas donde se evoca ramas que van abrazando el rostro, trayendo la secuencia de los bosques que arborean a une misme”. Además, indicó que “hay otras joyas de la boca que es como un insecto que está acompañando el habla y cuidando tu forma de comunicarte, y también hay piezas nasales que son como fuego y trasmiten una energía que comunica mundos”.

Veloso manifestó que llegó a la serranía de Merlo “por un llamado del corazón que me convocó a vivir en la naturaleza sumergida con los elementales y a aprender de la sabiduría y de la integración, al incorporarlos en mí con todo el amor que uno pueda recibir del universo”.

La arquitecta indicó que “este gran llamado empezó por el hallazgo de un cuarto cristal que habla de una era previa a las civilizaciones hoy conocidas. Una civilización de 25 mil años atrás. Esto me sedujo tanto que me llevó a integrar los cristales en mí, primero a través de una sanación en el cuerpo físico y en el sistema de chakras”.

En ese orden, agregó que “la sabiduría empieza con la conexión profunda con los cristales que resuenan y uno desea incorporarlos para empezar a trabajar, primero, a través de un proceso de acompañamiento de ciertos guías que comparten la sabiduría y, después, mediante un proceso propio de conexión”. Veloso dijo que “para escuchar los cristales hay que saber identificar la trigonometría, los colores y las frecuencias. A mí me sirve mucho mirarlo y tratar de interpretar a qué mundo de fantasía me invita a entrar”.