En el Día mundial de la lucha contra el Sida, Natalia Laufer, científica del Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y SIDA (INBRIS) que depende del Conicet y la Universidad de Buenos Aires (UBA) reflexionó sobre el caso que denominaron "Esperanza". La paciente que en algún momento estuvo infectada con el virus pero de alguna manera logró eliminarlo.
En Siete Colores, por FM 97 UNE, la especialista detalló: "Hemos investigado el caso "Esperanza", una paciente que se encuentra dentro de un grupo que se llama controladores de elite. Pero, además, ella pertenece a un subgrupo entre las personas que viven con VIH que logran solas controlar la replicación viral”.
Laufer, explicó que “este grupo está integrado por menos del 0.5 por ciento de las personas que viven con el virus. Y a su vez, dentro de ese subgrupo hay personas que logran un control más eficiente del virus, principalmente por la fortaleza de su sistema inmune”.
En ese marco, la científica detalló: “cuando empezamos a estudiar el caso descubrimos que, si bien había recuerdos de que el virus estuvo en las células, en la actualidad ese “recuerdo” no tiene la capacidad de replicarlo en el organismo. Es decir, no tiene la capacidad de infectar a otras células y de seguir generando daño. Y es por eso es que se vuelve tan relevante" el estudio.
Sin embargo, pese a ser muy optimista aclaró: “Nosotros estudiamos 1500 millones de células y allí no encontramos ningún virus que tenga la capacidad de volver, pero para afirmar que la persona está curada deberíamos poder analizar todas las células del organismo. Y esto es imposible”.
“Por eso es tan difícil hablar de cura” reflexionó la especialista y agregó: “por eso también, el título de nuestro trabajo es posible cura. Porque lo que sí podemos decir es que se llegó a un control tan extraordinario de la enfermedad que podrá vivir sin la necesidad de recibir tratamiento. Y eso realmente es una diferencia en la calidad de vida".