Ámbar tiene quince años y sueña con ser solo una adolescente. Teñirse el pelo de rosa; escuchar música; enamorarse por primera vez. Pero ser la hija de Víctor Mondragón significa identidades falsas; hoteles de paso; heridas de bala y una escopeta como única amistad. Esa es la sinópsis de Ambar, la novela de género negro que acaba de publicar Nicolás Ferrado por medio de la editorial Revolver.
En declaraciones a Radio Provincia, al autor afirmó que “Mondragón es un delincuente de medio pelo que piensa que es mucho mejor de lo que es y mete en quilombos a su hija, una niña de 15 años que porta una escopeta en una imagen muy potente y bastante triste al mismo tiempo”.
Ferraro indicó que eligió a Ambar como personaje principal de su historia porque “hay una ausencia de protagonistas femeninas en la literatura negra”, aunque aclaró que “pienso en términos de historia y de personaje. No escribo haciendo agenda. Ambar es una historia que tengo dando vueltas desde el 2011 y recién ahora me siento a escribir”.
Por otro lado, admitió que “fue un desafío estar en la cabeza de una chica de 15 años”, por lo que resolvió “vincularla a mi generación porque para mí, las chicas de 15 años en la actualidad, hablan en otro idioma. Por eso me fui a mis propios 15 años”.
Asimismo, planteó que “los primeros capítulos los sufrí porque era todo el tiempo estar pensando que estaba dentro de una mujer hasta que me decidí a confiar en la novela”.
Respecto del argumento de la historia, Ferraro indicó que “la literatura funciona como un entrenamiento de la empatía” por cuanto “seguramente no te harías amigo de un narco, pero qué pasa si sos amigo de una persona y después te enteras que es narco”, indagó y agregó que “es mucho más difícil salirse porque tenés sentimientos invertidos en ese lugar”. En ese marco, explicó que “ella lo odiaba al padre, pero en la primera escena estaba sacándole una bala. Entonces me di cuenta que lo quería, que era lo único que tenía y es eso o la nada”, cerró.