La directora de cine Mara Pescio se refirió a su filme “Ese fin de semana”, con la participación de Miss Bolivia, Irina Misisco y Laura Kramer, que se estrenó el jueves pasado en el Cine Gaumont y en CINE.AR TV.
“Como toda película pequeña tiene una larga trayectoria hasta que se puede estrenar. En este caso tardamos 10 años, un tiempo bastante intenso en el que me atravesó la maternidad a pleno”, significó la directora.
La película aborda “el instinto materno como construcción política y que interfiere en el verdadero deseo, en la singular forma de maternar”, explicó la entrevistada y agregó que la obra está entre el documental y la ficción. Destacó la importancia de “cómo el documental transforma y fluye dentro de lo ficcional, por eso me interesaba que si la protagonista era una cantante, que fuera una cantante quien lo interpretara”.
En ese aspecto, resaltó que “Miss Bolivia tiene un poder escénico muy fuerte y me interesaba mucho que pudiera hacer el rol de Julia que es un personaje que se despliega escénicamente cuando canta y que se repliega en la vida cotidiana. Es un personaje al que le cuesta hallarse en su cuerpo, el ser, estar, pero cuando está cantando es otra, alguien con mucha más fuerza”.
Pescio consideró “un disfrute trabajar con Miss Bolivia, es muy generosa. Yo son una directora novel y fui con mi guión a preguntarle y tuve una excelente devolución, tuvo una actitud muy linda para con la película”.
Lo musical “no estaba tan presente en el guión inicial (…) pero en el rodaje y montaje hubo algo que se desprende, que tiene que ver con el espíritu documental de la gente que está en el barrio de Misiones. Esa fue una línea que se fue desplegando y teniendo cada vez mayor impacto en la película”, puntualizó la directora.
“Yo guionista hace muchos años y este fue el desafío de hacer algo nuevo, distinto”, señaló la entrevistada y agregó que “la historia es un reencuentro entre una madre y una hija. Entre dos adultas y dos maneras de vivir su vida. Fue un absoluto desafío y siento que lo documental le fue ganando cada vez más a lo ficcional, fue un gran aprendizaje”.