Alberto Williams, presidente de la Asociación de Propietarios Carniceros criticó el acuerdo de precios que lanzó el gobierno con los exportadores y aseguró que “mientras haya inflación no se puede sostener un precio más de 15 días”. Además, advirtió que los funcionarios van a terminar pagando un “costo silencioso” porque cuando la gente no encuentra estos precios populares en las góndolas de los super, luego se expresa en las elecciones.
En Siete Colores por FM 97 UNE, el representante de los carniceros aseguró que el acuerdo de precios para la carne “va a ser solo para un sector, como el año pasado” y no va alcanzar a las carnicerías porque “nosotros ni en las reuniones estuvimos”.
Williams explicó que el gobierno no convoca a los carniceros porque “Ellos quieren el aviso de los cortes populares. Y los carniceros no se lo podemos dar porque no nos traen esa carne. No nos bajan el precio de la media res. En cambio los exportadores lo pueden hacer porque es carne que el mundo no les compra y la tienen apilada en las cámaras”.
“De hecho, los exportadores no distribuyen en las carnicerías porque tienen que hacer logística y les sale mucho más caro. El gobierno buscan la noticia de la carne barata. Pero lo que no saben es que el que no la consigue se pone muy mal. Y eso es lo que hay que evaluar” aseguró
Williams relató: “Usted va a ir al supermercado y se va a encontrar con que va haber 3 o 4 tiritas de asado del programa del gobierno. Y al lado va a estar a 800 pesos el asado del super. Y sino va a tener que ir a la carnicería y pagarlo lo que vale porque el carnicero lo recibe a otro precio. Además, el consumidor no puede vivir en la puerta del super esperando cuando ponen el asadito ese”.
Y señaló: “Además los super lo hacen bien. Te ponen tres tiritas, te dejan tres o cuatro horas, y si llegaste, no lo encontraste, estás cansado o no tenés tiempo, tenés que manotear el de ellos.”
“Y eso no es una buena propaganda para el gobierno porque la gente que no consigue esa carne, después la tiene en contra y muy enojada. Se paga un costo muy caro, es un costo silencioso que si no andas por la calle o no estás detrás de un mostrador no lo notás. Los funcionarios no lo notan, pero después lo notan en las elecciones” concluyó.