El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, encabezó la puesta en marcha de 20 obras del Plan de Infraestructura Penitenciaria para la Provincia, desde el municipio de Merlo.
Durante el acto, los ministros de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, y de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, suscribieron un convenio para continuar construyendo plazas en cárceles y alcaidías bonaerenses. Participaron también el ministro del Interior de la Nación, Eduardo de Pedro; el intendente local en uso de licencia, Gustavo Menéndez; y la jefa comunal interina, Karina Menéndez.
“Cuando asumimos en 2019, la Provincia atravesaba muchas situaciones de crisis, pero una de las más graves estaba en su sistema penitenciario, que contaba con la mayor sobrepoblación de su historia”, aseguró Kicillof y agregó: “Se habían construido solamente 1.100 plazas en cuatro años y los internos estaban en huelga de hambre porque no se les garantizaban los alimentos y la medicación”.
En ese sentido, el Gobernador señaló que “los problemas estructurales de la Provincia no se van a solucionar en un día, pero nos propusimos dar la discusión para encontrar en conjunto una salida”. “Con apoyo de la Nación y el acompañamiento de los municipios, estamos haciendo realidad el programa de infraestructura penitenciaria más grande la historia de la provincia de Buenos Aires”, señaló.
En el marco del Programa de Infraestructura Penitenciaria bonaerense 2022/2023 se prevé completar las 12.200 nuevas plazas que comenzaron a construirse hace dos años. En Merlo, el nuevo complejo incorporará 2.296 a partir de una inversión de 8.650 millones de pesos destinados a la creación de las unidades penitenciarias 59 y 60 y una alcaidía departamental. En tanto, la Provincia financiará también la construcción de alcaidías en Berazategui, Almirante Brown, Lomas de Zamora y Escobar.
“Estas obras forman parte de un plan integral que hemos denominado seis por seis, porque ante seis años de crisis vamos a responder con seis años de recuperación y transformación de la Provincia”, enfatizó el Gobernador.
“La experiencia nos indica que para bajar la reincidencia es fundamental que los internos puedan sostener el vínculo con sus familias, ya que de esa forma preservan el interés por formarse y continuar estudiando”, sostuvo Alak y añadió: “La Provincia cuenta hoy con 24 mil plazas construidas a lo largo de 200 años y, con este programa, vamos a construir 12 mil solo en cuatro años”.
Por su parte, el convenio celebrado con la Nación establece fondos por 18 mil millones de pesos para la construcción de tres unidades penitenciarias en Moreno, Mercedes y Florencio Varela; y 10 alcaidías en Moreno, Tres de Febrero, Tigre, La Plata, Hurlingham, Morón, La Matanza, Ezeiza, Lanús y Quilmes. Estas obras incluyen espacios educativos y de formación laboral, destinados a mejorar la reinserción social y disminuir la tasa de reincidencia.
En tanto, Katopodis aseguró que se trata de “obras muy importantes que tienen como objetivo fundamental avanzar en una deuda histórica: construir un sistema de seguridad, penitenciario y de justicia que le devuelva la tranquilidad a los vecinos y las vecinas”. “Hay una decisión muy firme de continuar con el plan de obra pública más importante de los últimos años en cada rincón de la Argentina”, indicó.
Por su parte, Karina Menéndez resaltó: “Con estas obras podremos brindarles a los detenidos la dignidad que merecen, la salud y el bienestar que les va a permitir también sostener el vínculo con sus familias mientras cumplen sus condenas”. “Este programa también impactará en lo laboral, ya que será una fuente de trabajo genuino para los vecinos y vecinas de Merlo”, dijo.
“Es maravilloso contar con el apoyo de la Nación y la Provincia, que muestran este nivel de compromiso con quienes deben transitar esta situación de privación de la libertad y también para con sus familias”, dijo Gustavo Menéndez y agregó: “Debemos unirnos para enfrentar juntos los grandes desafíos que tenemos como Nación”.
Por último, Kicillof remarcó que “estamos llevando adelante una verdadera transformación del sistema penitenciario, para que las cárceles dejen de implicar una tortura y se conviertan en un camino hacia la reinserción social”. “Respetando los derechos humanos e impulsando planes educativos y talleres laborales, haremos que quienes cumplan sus condenas tengan las oportunidades necesarias para desarrollar una nueva vida”, concluyó.