En la Escuela de Salud de la Provincia de Buenos Aires, ubicada en 4 y 51 se reunieron la ministra de las Mujeres, Género y Diversidad, Estela Díaz, su par de Salud, Nicolás Kreplak y diferentes secretarios bonaerenses para analizar la implementación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en la Provincia a un año de su aprobación.
Este primer año, en la provincia de Buenos Aires se practicaron 17 mil 500 interrupciones voluntarias del embarazo en 494 establecimientos de salud que están dispersos en 130 municipios bonaerenses. Se trata de un incremento de un 150 por ciento respecto de los registrados en 2019. Y representa más del 50 por ciento de las interrupciones registradas a nivel nacional ya que estas ascienden a 32.758.
Tras la sanción de la ley, la provincia de Buenos Aires compró, a un laboratorio de San Fe, 62 mil tratamientos con Misoprostol. Es decir que en pandemia, la provincia invirtió 244 millones de pesos para que más de 17 mil mujeres o personas gestantes pudieran acceder a un derecho garantizado por ley y no se registró ninguna muerte en este proceso.
En ese marco, el ministro Kreplak ponderó el trabajo que se ha hecho en la Provincia para garantizar este derecho y destacó también el esfuerzo realizado por la Obra social bonaerense IOMA.
“Lo que más creció, lo que más se hizo, fue reforzar los servicios de primer nivel de atención para poder hacer los abortos, porque ya se tenían la tecnología, la capacidad y la práctica” explicó el titular de la cartera sanitaria y agregó: "Que se empuje desde ahí marca, en primera instancia, la noble potencia que tiene el Estado, que ya también la hemos visto con la Pandemia".
Además, Kreplak señaló: "nos dicen que el Estado es ineficiente, inequitativo, injusto, que tiene ñoquis, que abraza militantes pero somos los que podemos transformar la realidad, más allá de todas las discusiones que tenemos que dar de cómo mejorar"
Finalmente, el ministro destacó la importancia “de que IOMA, la principal obra social de la Provincia, se pliegue rápidamente y empiece a buscarle la vuelta para dar respuesta a esto”.
Y denunció “el silencio estruendoso del resto de la seguridad social y el sector privado respecto de cómo dar respuesta a algo que antes de la sanción de esta ley, se generaba en las clínicas privadas para aquellos que podían pagarlos. Fue una entrada de dinero clandestina, en algunos sectores; pero ahora por más que tienen los consultorios no dan respuesta”.