El viceministro de Ambiente de la Nación, Sergio Federovisky, se refirió a los incendios, los niveles de los ríos y la necesidad de adaptar las políticas públicas a los nuevos escenarios producto del cambio climático. Además, dijo que comparte y que es saludable la preocupación de la sociedad respecto de la exploración hidrocarburífica en tres áreas offshore del Mar Argentino.
En declaraciones a No Corras por FM 97UNE manifestó que “seguimos teniendo una situación compleja en la zona sur de Bariloche, en el lago Steffen y el lago Martin, que lleva más de un mes ardiendo, con muchas dificultades para acceder a controlar el incendio”. No obstante, destacó que “el resto del país está un poco más tranquilo por el alivio que significó el cambio del tiempo de los últimos días", pero admitió que "no nos podemos descuidar porque se trata de una temporada muy compleja”.
El funcionario señaló que “el tema de los incendios es severo y esta es una temporada particularmente compleja. Venimos de una sequía que lleva dos años atravesando todo el territorio de la Argentina. En la Patagonia no hubo nevadas, el centro del país estuvo hasta hace unos días en una situación crítica, lo mismo que la Mesopotamia”. Asimismo, agregó que “a esto se le suma una ola de calor que vino a estresar aún más el sistema y darle potencialidad a los fuegos”.
Federovisky manifestó que el fenómeno de la niña que estamos atravesando "es circunstancial", pero aclaró que "está montado sobre un escenario muchísimo más permanente y crecientemente más adversos que es el cambio climático, donde la agudización de los extremos (ya sea las sequías y las inundaciones que sobrevendrán en algún momento) son cada vez más agudos, más pronunciados y de mayor recurrencia en el tiempo”. En ese marco, resaltó que “nada tienen que ver estos incendios forestales en cuanto a su cualidad, la forma en que se inician, propagan y tiempo de duración respecto de los incendios de 30 ó 40 años atrás”.
Por otra parte, constató que “los incendios en las islas del Delta del Paraná son provocados para el avance de la frontera agropecuaria”. El viceministro denunció que “es un procedimiento anómalo que consiste en aprovechar las superficies que afloran producto de la bajante histórica del Paraná, las cuales se queman, se coloca terraplenes alrededor para que no reingrese el agua cuando el río recupere su nivel, y esos ex humedales se convierten en terrenos para la ganadería o la agricultura intensiva”. El dirigente subrayó que “esos fenómenos siempre intentaron existir pero hoy encuentran una plataforma extremadamente favorable para prosperar”, por lo que enfatizó que “el Estado, a través fundamentalmente de la justicia, tiene que intervenir muchísimo más duramente porque no es lo mismo el efecto de esta actitud angurrienta ahora que 30 años atrás”.
En cuanto a la bajante del Río Paraná, así como de otros cursos de agua, sostuvo que “hay que empezar a pensarlas como parte de nuestro panorama y nuestras políticas van a tener que ir hacia la adaptación de esos escenarios. Nuestro norte tiene que estar visualizando un horizonte que va a tener estas restricciones ambientales de manera más contundentes”. En tanto, agregó que “si no logramos desarrollar políticas de adaptación a estos nuevos escenarios, con ciudades con 44 grados de temperaturas y con bajantes y subidas estrepitosas de los ríos indudablemente una buena parte de la sociedad la va a pasar muy mal”.
Por último, habló sobre la firma del decreto que habilitó los estudios exploratorios en el Mar Argentino, frente a las costas de Mar del Plata. “Se aprobó un procedimiento para la exploración. Es decir para conocer cuál es el stock de hidrocarburos en un área potencialmente de yacimientos importantes de la plataforma submarina argentina. Y se aprobó con una modalidad de protección ambiental muy exigente de parte de nuestro Ministerio. La discusión respecto de la explotación queda para otro momento", resaltó, y expresó que "comparto la inquietud de la sociedad y me parece bien que existan protestas porque demuestra ha incorporado en su agenda la necesidad de que todas las actividades productivas tengan una dimensión ambiental”.