El médico veterinario y comunicador Juan Enrique Romero, dialogó con "Tómalo con calma" por FM 97 UNE sobre la aparición de lagartos overos en los barrios privados de El Aromo, Parque Irízar, Pellegrini IV y Mirasoles, en la localidad de Pilar.
Es de recordar que los lagartos overos, se distribuyen geográficamente en el centro y noreste de Argentina y que a causa del aumento demográfico, suelen aparecer en los conglomerados urbanos.
El Dr. Romero destacó en ese sentido que "el lagarto overo es una presencia habitual de tiempos ancestrales, cuando los tigres diente de sable andaban dando vuelta, al igual que los megaterios y los armadillos gigantes".
De este modo, indicó que "éstos últimos se extinguieron con la última glaciación, pero el lagarto overo siguió como representante de los antiguos reptiles que parecen monstruos prehistóricos, y en realidad son inocentes omnívoros que se comen ratas, carroña, vegetales y que difícilmente atacan seres humanos".
En la actualidad, el cambio climático global "es el responsable de que los lagartos aparezcan en propulsión en verano por el aumento de la temperatura y por el comportamiento inadecuado de ese mono desnudo que se llama hombre", aseguró Romero.
En la misma línea, ante el avance inmobiliario en zonas de humedales, el Dr Romero apuntó contra el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, que aprueba “en uno de sus últimos humedales, un negocio inmobiliario, donde Larreta con mayoría automática y desde el despacho permite la concesión inmobiliaria para sus amigos”.
Debemos estimar que "la concentración urbana y las grandes temperaturas aumentan su actividad, no nos olvidemos que son reptiles, no se ven en invierno porque se aletargan".
"Un reptil tiene la característica de ser mal llamados animales de sangre fría, es decir, su sangre toma la temperatura ambiente, por ello ningún reptil incuba los huevos. Cuando existen nidos, hay un comportamiento parental, maternal, que en realidad es la defensa de un nido (lo cubren de hojarasca y tierra) los huevos los incuba la misma tierra, no lo hace el animal porque no tiene calor en su cuerpo".
Romero expresó a su vez que "son animales que aparecen en veranos tórridos, porque hay más producción, más búsqueda de alimento, hay que invertir energía en buscarlo".
Respecto a la legislación en cuanto a los animales propios de su hábitat dijo que “la propiedad de los animales silvestres la tiene el Estado nacional, que como estado federal, delegó la protección de estos animales en las provincias, aún cuando se permita la caza o se declare plaga, por ejemplo si vos tenés un ñandú en tu campo, no es tuyo, sino del Estado”
En cambio “los animales domésticos tienen un tutor responsable” resaltó.
Por último, y en relación a los lagartos overos, distinguió entre animales silvestres a los que consideró "con tutoría del Estado nacional delegada en las provincias" y animales domésticos, "con tutor responsable, porque los animales son seres sensibles, sufrientes, sintientes, sujetos de derechos, que merecen por su incapacidad legal, la tutoría del ser humano frente a la vigencia de las leyes" subrayó Romero.