Matias Tombolini, economista, vicepresidente del Banco Nación dialogó con Radio Provincia sobre el acuerdo del gobierno nacional con el FMI.
En cuanto al entendimiento, Tombolini destacó que “es la primera vez, en donde no se restringe el margen de maniobra del país deudor, en términos de la soberanía que ejercemos sobre nuestra propia política económica, no viene con la receta puesta de Washington”.
Entonces indicó que “esto quiere decir que el modo de conseguir los recursos, va a provenir del crecimiento económico y no del ajuste”.
Por ello resaltó que “Argentina puso sobre la mesa una idea: afrontar de manera sustentable, todos los pagos, al tiempo que podemos crecer”.
Lo que está de base, “es un paradigma de cómo concebimos nosotros las políticas de Alberto Fernandez, Sergio Massa, Cristina Fernandez. Nosotros estamos convencidos de que no hay una buena receta para el país que suponga que la tenemos que pasar todos mal para que unos pocos la pasen bien”.
De este modo, resaltó que “hay formas que son alternativas y virtuosas porque permiten que no sufran sobretodo, lo que menos tienen”.
Respecto a los condicionamientos a la política económica argentina, Tombolini, vicepresidente del Banco Nación subrayó que “estamos hablando de un préstamo que no fue ni con bancos ni con bonistas, fue con países, si no lo pagamos tenemos un serio problema, no solamente institucional al país, sino las empresas que le venden y compran al mundo, que en definitiva son empresas que dan laburo en Argentina”.
En ese sentido, reconoció que en ese contexto “es un acuerdo donde Argentina tiene que hacer un esfuerzo, de reducción y convergencia de su brecha fiscal a dos puntos y medio este año y sucesivamente hasta cero, hasta el año 2025, donde se compromete a emitir menos moneda para financiar el déficit fiscal”.
Tombolini recordó entonces que “es un acuerdo que lo que no tiene son las recetas tradicionales de reforma laboral y previsional pero importa en la responsabilidad de la Argentina que propone un camino de esfuerzo, no es un acuerdo light, de hecho por eso el Fondo lo firmó”.
Sobre el criterio de revisión, “es algo que tiene que ver con la manera en que uno tiene cuando acuerda con un deudor. Por ello, reforzó la idea de que “una cosa es que te revisen lo que estás haciendo y otra cosa que te digan lo que tenes que hacer”.
Con respecto a los subsidios y el impacto en la vida cotidiana “me parece que hay que entender que el gobierno en materia de subsidios (...) Argentina, tiene un paradigma en términos de cómo va modificando sus tarifas bien claro: la boleta de la luz para nosotros tiene que tener una tarifa tal que la gente la pueda pagar no que a las empresas le genere una rentabilidad extraordinaria”.
A su vez Tombolini estimó que este acuerdo no implica modificar este paradigma: “pero no implica que las tarifas no se vayan a mover, porque un país que tuvo 36.1 de inflación en 2020 y casi 51% en 2021 es poco lógico pensar que si sube el precio de un kilo de carne, un kilo de manzana o de un paquete de lechuga, no tiene que subir las tarifas”.
Sin embargo, explicó que “la manera en que suben las tarifas, es una discusión pendiente, porque como toda la sociedad argentina, gozan de un subsidio bastante importante, es razonable pensar cómo se administran esta redistribución de los esfuerzos de los argentinos, que es nada menos quienes cobramos el impuesto, para que ese beneficio se prolongue en el tiempo para los que menos tienen. No por una cuestión ideológica, sino porque funciona, todos lo vimos en el 2021, cuando vimos que podíamos crecer 5% y estamos creciendo entre 10 y 11 puntos”.
Por último, sobre la forma de estructurar los pagos, Tombolini enfatizó que será “aquella que nos permita afrontar los pagos de esta deuda al mismo tiempo que generamos los recursos para pagarla, generando dólares: vendiéndole al mundo más de lo que compramos, o recibiendo ahorro externo, con inversión externa o como argentinos que tenemos como sociedad tenemos guardados medio PBI fuera del sistema, invirtiendo en Argentina, tres formas que tenemos de conseguir dólares fundamentales para el desarrollo de la economía nacional”.
En cuanto al entendimiento, Tombolini destacó que “es la primera vez, en donde no se restringe el margen de maniobra del país deudor, en términos de la soberanía que ejercemos sobre nuestra propia política económica, no viene con la receta puesta de Washington”.
Entonces indicó que “esto quiere decir que el modo de conseguir los recursos, va a provenir del crecimiento económico y no del ajuste”.
Por ello resaltó que “Argentina puso sobre la mesa una idea: afrontar de manera sustentable, todos los pagos, al tiempo que podemos crecer”.
Lo que está de base, “es un paradigma de cómo concebimos nosotros las políticas de Alberto Fernandez, Sergio Massa, Cristina Fernandez. Nosotros estamos convencidos de que no hay una buena receta para el país que suponga que la tenemos que pasar todos mal para que unos pocos la pasen bien”.
De este modo, resaltó que “hay formas que son alternativas y virtuosas porque permiten que no sufran sobretodo, lo que menos tienen”.
Respecto a los condicionamientos a la política económica argentina, Tombolini, vicepresidente del Banco Nación subrayó que “estamos hablando de un préstamo que no fue ni con bancos ni con bonistas, fue con países, si no lo pagamos tenemos un serio problema, no solamente institucional al país, sino las empresas que le venden y compran al mundo, que en definitiva son empresas que dan laburo en Argentina”.
En ese sentido, reconoció que en ese contexto “es un acuerdo donde Argentina tiene que hacer un esfuerzo, de reducción y convergencia de su brecha fiscal a dos puntos y medio este año y sucesivamente hasta cero, hasta el año 2025, donde se compromete a emitir menos moneda para financiar el déficit fiscal”.
Tombolini recordó entonces que “es un acuerdo que lo que no tiene son las recetas tradicionales de reforma laboral y previsional pero importa en la responsabilidad de la Argentina que propone un camino de esfuerzo, no es un acuerdo light, de hecho por eso el Fondo lo firmó”.
Sobre el criterio de revisión, “es algo que tiene que ver con la manera en que uno tiene cuando acuerda con un deudor. Por ello, reforzó la idea de que “una cosa es que te revisen lo que estás haciendo y otra cosa que te digan lo que tenes que hacer”.
Con respecto a los subsidios y el impacto en la vida cotidiana “me parece que hay que entender que el gobierno en materia de subsidios (...) Argentina, tiene un paradigma en términos de cómo va modificando sus tarifas bien claro: la boleta de la luz para nosotros tiene que tener una tarifa tal que la gente la pueda pagar no que a las empresas le genere una rentabilidad extraordinaria”.
A su vez Tombolini estimó que este acuerdo no implica modificar este paradigma: “pero no implica que las tarifas no se vayan a mover, porque un país que tuvo 36.1 de inflación en 2020 y casi 51% en 2021 es poco lógico pensar que si sube el precio de un kilo de carne, un kilo de manzana o de un paquete de lechuga, no tiene que subir las tarifas”.
Sin embargo, explicó que “la manera en que suben las tarifas, es una discusión pendiente, porque como toda la sociedad argentina, gozan de un subsidio bastante importante, es razonable pensar cómo se administran esta redistribución de los esfuerzos de los argentinos, que es nada menos quienes cobramos el impuesto, para que ese beneficio se prolongue en el tiempo para los que menos tienen. No por una cuestión ideológica, sino porque funciona, todos lo vimos en el 2021, cuando vimos que podíamos crecer 5% y estamos creciendo entre 10 y 11 puntos”.
Por último, sobre la forma de estructurar los pagos, Tombolini enfatizó que será “aquella que nos permita afrontar los pagos de esta deuda al mismo tiempo que generamos los recursos para pagarla, generando dólares: vendiéndole al mundo más de lo que compramos, o recibiendo ahorro externo, con inversión externa o como argentinos que tenemos como sociedad tenemos guardados medio PBI fuera del sistema, invirtiendo en Argentina, tres formas que tenemos de conseguir dólares fundamentales para el desarrollo de la economía nacional”.