Juan Arrizabalaga, el referente de la Federación de Inquilinos Nacional de la Provincia de Buenos Aires, Juan Arrizabalaga, aseguró que “el mercado inmobiliario busca golpear todo tipo de regulación” y señaló que por ello promueven los contratos cortos, acuerdos que no están regulados y que desprotegen los derechos de los inquilinos y los dejan en la calle. "Es una situación grave", planteó.
En diálogo con Siete Colores por FM 97UNE, el concejal del Frente de Todos en Tandil sostuvo que "a la salida de la pandemia vemos una verdadera crisis de la vivienda y dentro de eso está el mercado de alquileres", por cuanto afirmó que "el mercado inmobiliario pretende recuperar una rentabilidad que no es sostenible desde el bolsillo de las y los inquilinos”.
Arrizabalaga indicó que "en las ciudades donde hay actividad turística y universitaria el mercado inmobiliario queda restringido y lo que estamos viviendo es un verdadero golpe de mercado. Proponen alojamientos en negro para turistas durante la temporada y desde marzo y abril realizar contratos cortos para los estudiantes. De esa manera hacen renovaciones de contratos con un fuerte aumento cada menos de un año. Eso liquida el mercado de la vivienda y el acceso al techo".
En ese marco, reclamó la intervención del Estado para regular el precio porque, de lo contrario "las viviendas salen del mercado o se ofrecen renovaciones que contemplan aumentos que van del 100 al 400 por ciento". El dirigente reiteró que el mercado "busca contratos cortos donde las parte del león tiene que ver con las renovaciones rápidas que permiten aumentos del 100 por ciento. Es decir que en 14 meses un propietario puede multiplicar por 5 el alquiler” explicó Arrizabalaga, y aseguró: “Esto golpea cualquier tipo de regulación. Esto deja a muchos inquilinos sin poder renovar contratos, mucha gente en la calle. Yo estoy en contra de esta tendencia".
Asimismo, el concejal pidió "regular el mercado inmobiliario" y recordó que "en las últimas elecciones la derecha hizo la campaña pidiendo su desregulación, algo que también pide el FMI. Por su parte, el Frente De Todos proponía movilizar el mercado inmobiliario". Sin embargo, detalló que "el mercado inmobiliario no funciona como otros porque cuando más casas hay, más cuestan". Resaltó que "el aumento de la cantidad no hace que baje el precio sino que se concentre la propiedad" y subrayó que "parte de la inflación está impulsada por el alquiler, por lo que hay que empezar a discutir la vivienda en las negociaciones paritarias".
Y agregó que, además, hay que "regular el alquiler turístico temporario” que hoy está en negro y permite que “le saque ingresos de 150 mil o 200 mil pesos en temporada porque allí el alquiler no es producto sólo de la inversión del propietario sino que también interviene el valor social que le asignan las personas al lugar. Y esto está determinado por su cercanía a los lugares turísticos, por ejemplo", al tiempo que reclamó "una tasa para la vivienda ociosa".
Finalmente, Arrizabalaga propuso "modificar la Ley de Martilleros porque actualmente hay un gris que permite que se le cobre sólo al inquilino el 4% en concepto de comisión inmobiliaria mientras que ese importe debería ser dividido en partes iguales entre inquilino y dueño o pagado por completo por el propietario del inmueble".