Desde el 4 y hasta el 20 de febrero se celebran en la capital China la edición XXIV de los Juegos Olímpicos de Invierno. Participan 90 países y Argentina está representada por seis atletas. Cinco hacen su estreno en la cita máxima de la disciplina: Francesca Baruzzi y Tomás Birkner de Miguel (ski alpino), Franco Dal Farra y Nahiara Díaz (ski de fondo) y Verónica Rodríguez (patinaje de velocidad en pista corta). La restante atleta argentina de la delegación es Verónica Ravenna (luge), quien ya vio acción hace cuatro años en Pyeongchang 2018.
Para Magdalena Kast Freire, Presidenta de la Federación de Ski y Andinismo nacional, estos juegos son raros, con muchas restricciones por la pandemia y protocolos rígidos. De todos modos "hay un buen rendimiento deportivo a nuestro entender, estamos en una etapa de recambio de generaciones, hay varios objetivos cumplidos y todavía están compitiendo dos atletas".
Los deportes de invierno en nuestro país y en el hemisferio sur no tienen gran desarrollo. "No hay mucha experiencia y están encuadrados como deportes de elite y las grandes ligas están en el hemisferio norte. Básicamente tenemos atletas muy jóvenes, que están transitando un proceso. Nosotros pensamos en ciclos olímpicos, aunque en nuestro país sea difícil llevarlo a cabo, hay que transitar la importancia del proceso y que no dejar que nos gane la ansiedad y el exitismo. Tenemos atletas que tienen la mirada puesta hacia adelante" sostuvo Kast.
Argentina luego de organizar los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018 pretendía presentarse como sede para los Juegos Olímpicos Juveniles de Invierno. Esa idea no prosperó.
"Es un objetivo tener competencias de invierno en nuestro continente, en el caso de los Juegos Olímpicos estuvo la idea, pero se priorizaron sedes que tienen todo y no hay que agregar nada. Tenemos el desafío de mejorar nuestra infraestructura para llegar a albergar un juego y es muy complejo, pero absolutamente factible" sostuvo la dirigente.