Explicó que "venimos de dos años donde, por el esfuerzo de los docentes de gestión pública o privada, no se privó de la enseñanza" a los alumnos.
Y aunque "este año hay menores protocolos y riesgos" hay exigencias "para que todos los chicos puedan tener su anhelada presencialidad. Para nosotros es un desafío volver en su totalidad a la normalidad", señaló.
En ese sentido, destacó que la pandemia, afectó en lo económico: "Dependiendo de los niveles, como el inicial, la sala de 2, 3, 4 y 5 años ha sido problemático porque las familias optaron porque los niños sean cuidados por un familiar y los han retenido en casa sin una inscripción masiva. En los otros niveles ha habido algunas bajas, pero se mantuvo la matrícula".
Sobre las escuelas privadas en el nivel primario, Baloira dijo que en la Provincia de Buenos Aires, “tenemos un 35% de escuelas de gestión privada", con y sin aporte estatal.
Por último, de cara al inicio lectivo, manifestó que “algunos cierres se han producido, en especial jardines de infantes o salas maternales, con pérdida de alumnos”. Además, consideró que en algunos lugares “falta espacio y en otros hay superabundancia”.