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HISTORIA DE LAS CIENCIAS: MARINA RIEZNIK REVELÓ DATOS SOBRE FINANCIAMIENTO MILITAR EN ARGENTINA
HISTORIA NOCTURNA

HISTORIA DE LAS CIENCIAS: MARINA RIEZNIK REVELÓ DATOS SOBRE FINANCIAMIENTO MILITAR EN ARGENTINA

Por rocío coda / 23 de February, 2022
La historiadora se refirió a un proyecto de investigación de las fuerzas aéreas norteamericanas en instituciones públicas locales.

Marina Rieznik, Doctora e investigadora del Conicet, especializada en Historia de las Ciencias en Argentina, dialogó con Radio Provincia sobre su artículo: “Los ojos de los pilotos bombarderos. Microscopia electrónica en Argentina y las Fuerzas Aéreas estadounidenses”.



En primer lugar, la historiadora explicó cuál es su área de estudio respecto a la Historia de las Ciencias y dijo que busca indagar "cómo estuvo ordenado temporalmente el territorio, ligado al desarrollo telegráfico, de los ferrocarriles".

En ese sentido, destacó que con el tiempo pudo dedicarse "al siglo XIX y al inicio de todo ese ordenamiento, es un tema que está abierto" expresó. De este modo, resaltó que la temática le permitió "entrar en contacto con la gente de la Historia de las Neurociencias. Ver cuáles son las necesidades y los intereses sociales por detrás de los inicios de los desarrollos de lo que hoy conocemos como Neurociencia”.

En entrevista con Historia Nocturna Marina Rieznik, detalló aspectos de su investigación “Los ojos de los pilotos bombarderos. Microscopia electrónica en Argentina y las Fuerzas Aéreas estadounidenses” en el que conjuga la Historia de las Ciencias y la Neurociencia con perspectiva histórica. 

“Lo que yo hago es desarrollar una denuncia del movimiento estudiantil en 1963, de que en un laboratorio de la UBA se estaban realizando investigaciones financiadas por las fuerzas aéreas norteamericanas. Estas investigaciones tenían que ver con investigar qué era lo que ocurría en las retinas de los pilotos cuando realizaban viajes con muchas diferencias de presión o aceleración, porque eran pilotos que hacían vuelos en picada, y sufrían algunos problemas muy graves que los llevaban a desmayarse en pleno vuelo. Entonces los norteamericanos estaban tratando, a través de distintas líneas de la medicina aeronáutica, resolver estos problemas”.

Rieznik asumió, a través del acceso de determinada documentación, que "aparentemente el laboratorio de la UBA dirigido por Eduardo De Robertis, en ese momento, estaba colaborando con estas investigaciones. La denuncia se hace en el ´63 y se supone que el movimiento logra frenar el financiamiento de las Fuerzas Aéreas norteamericanas en los laboratorios de la UBA. Así, me encuentro con estos informes que dan cuenta de la extensa financiación en varios laboratorios norteamericanos y de la UBA. Que tiene una continuidad que no había sido investigada hasta el momento. Me preguntaba qué financiaba y qué hacían en el laboratorio, y me interesó lo que se conoció como el primer microscopio electrónico de la Argentina, de América Latina y tenía la sospecha de que podía ser que las Fuerzas Aéreas norteamericanas hubieran financiado la compra de ese primer microscopio".

De este modo, la historiadora agregó que "la investigación da cuenta de la importancia del financiamiento estadounidense en toda esta época, quienes dicen que la entrega del microscopio electrónico no es una asistencia, un mecenazgo, como se repetiría años después con la Alianza para el Progreso, con  la idea de ayudar a Latinoamérica para que el comunismo no penetre en el continente. Ellos dicen que es un pago por un servicio" argumentó Rieznik.

Según la Doctora en Historia, investigadora de Conicet "este microscopio fue fundamental para ayudar a mirar lo que hoy conocemos como  “apéndice sináptico”, es decir, el lugar de "comunicación entre las neuronas". Y es en Argentina y Gran Bretaña los dos lugares donde se ven por primera vez. En Argentina, es el equipo de Robertis el primero que lo ve, con el microscopio financiado por las Fuerzas Aéreas norteamericanas".

Rieznik expresó a su vez que "se tenía la esperanza que a través de estas investigaciones sobre las neuronas, y en particular sobre la estructura neuronal que tenía que ver con la retina, se podría solucionar muchos problemas de los bombarderos que se desmayaban, pero por el otro se suponía que el estudio de los fotorreceptores, podría ayudar a desarrollar ingeniería electrónica de reconocimiento de patrones de imágenes, por lo que podría no sólo, ayudar a solucionar el problema de los pilotos bombarderos, sino que podría ayudar a desarrollar energía eléctrica ligados a radares, miras de guerra" estimó la investigadora. 

"No sólo se financiaba en Argentina, Italia, había una red muy amplia de financiamiento pero probablemente es en Argentina porque había un equipo de medicina experimental muy importante".

Por último, Marina Rieznik, investigadora del Conicet reveló que "cuando se financia hay cuentas que rendir, informes que presentar, el financiamiento tiene una cierta performatividad. Hasta hoy no sabemos cuánto más financiamiento de instituciones militares extranjeras funciona en las instituciones públicas locales".