Explicó que "el carnaval es una cantidad enorme de distintas prácticas culturales, a todas ellas las llamamos carnaval, pero todas tienen raíces muy diferentes en distintas épocas".
De este modo, detalló tres momentos clave: "En Argentina tenemos por lo menos tres tipos distintos: uno en Buenos Aires, que se hace con murgas, tiene un origen europeo, que si uno mira los carnavales que se hacen en Venecia, o en España, con comparsas, de pasear en las calles, son bien europeas, del campesinado europeo de más de un milenio de antigüedad".
Durante la fiesta "el campesinado tenía un par de días de catarsis, el carnaval vendría ser una especie de recreo, en el que durante unos días vale todo, aunque después todo tiene que volver a la normalidad, algo que la Iglesia católica logró domesticar, organizar sobre viejas costumbres campesinas paganas".
Wischñevsky agregó además que "si uno va al norte, Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Brasil, hay ya hay otra practica carnavalesca, más influenciada por la tradición africana que, junto a los negros que llegaron a América, unido a las practicas europeas, generó eso que es el candombe, y se lo relacionó a la palabra “quilombo” sinonimo de lío".
"La tercera tradición es la del norte, de Jujuy, Salta, Catamarca, Tucumán, Bolivia que tiene que ver con prácticas que tenían los pueblos originarios de América, que le hacían un homenaje a la pachamama, con distinta tradición, pero todo eso logró unificarse bajo el nombre de carnaval y ubicarlo en una fecha precisa, la Iglesia católica que logró confluir bajo el manto de un montón de tradiciones precristianas".
Sergio Wischñevsky, historiador, periodista y docente universitario , resumió la idea de lo que significa el carnaval a través de la palabra "sincretismo" y recordó que "es lo que tiene en común esta práctica, sobre costumbres culturales previas, que la Iglesia trata de no borrarlas por completo, pero cambiándoles el contenido".