La integrante del Centro de Economía Política Argentina, Luciana Bilbao, analizó el acuerdo del gobierno con el FMI que comenzará a discutirse en el Congreso y afirmó que “al Fondo le tenemos que cumplir” las metas que propone el entendimiento para que desembolse los fondos para pagar la deuda que contrajo la administración de Cambiemos.
En declaraciones a Siete Colores por FM 97UNE, la economista aclaró que “vamos a tener diez revisiones durante el plazo del acuerdo” y en cada una de ellas se deberán cumplir diferentes metas. En ese sentido, explicó que “esto no es una restructuración de la deuda (que tomó el gobierno de Macri) sino un nuevo préstamo para pagar el anterior”. Por lo tanto, manifestó que “si no cumplo esas metas, van a cortar los desembolsos y voy a tener que afrontar con mis reservas los vencimientos de aquel préstamo”, al tiempo que advirtió que “este nuevo acuerdo nos da alivio financiero, tiempo para crecer, pero no soluciona el problema”.
Desde el CEPA, indicó que “el acuerdo propone una curva de reducción del déficit fiscal. Este año la meta es reducir un punto, al 2,5 por ciento; para el año próximo debería llegar al 1,9; y en el 2024 al 0,9 por ciento”, y resaltó que, para cumplirlo, el gobierno propone “un crecimiento económico muy fuerte con un gasto público superior a la inflación”.
Bilbao sostuvo que otro debate con el FMI es cómo se va a controlar la inflación: “Argentina dice que tenemos una inflación multicausal y el Fondo coincide con ese diagnóstico pero cree que hay que tratarlo con la reducción de la emisión monetaria, con la revisión trimestral de las metas de cumplimiento y con un incremento de las reservas”. Por lo tanto, el organismo “reconoce que es multicausal pero me está dando una solución monetarista. No habla de políticas de precios, por ejemplo. En la letra chica vamos a poder ver si tenemos soberanía económica para reducir esa inflación”.
En tanto, la economista apuntó que “el FMI tiene un estatuto sobre el que no se quiso mover en esta negociación” mientras que “en el acuerdo con Macri se salió del mismo y después lo reconoció, pero Argentina no pudo ir con eso a la mesa. La Argentina pedía una quita de capital, una quita de intereses e incrementar los plazos de pago (quería 20 años y nos dieron 10 años) y no nos dieron nada. Sí conseguimos que no haya una reforma impositiva y previsional”, destacó. Por lo tanto, consideró que “el FMI es corresponsable de este problema junto con el gobierno de Macri porque violó su estatuto para otorgar el préstamo y esos fondos se fugaron durante la administración de Cambiemos, pero en la mesa de negociación se pone absolutamente rígido y no otorga ninguna facilidad de pago por su error. Dentro de cuatro años, cuando haya que volver a pagar, nos vamos a tener que sentar a negociar de nuevo”, reconoció, y enfatizó que “si el Congreso no aprueba el acuerdo, no lo firma el directorio del FMI. Tampoco va a aceptar cambios”.
Por otra parte, dijo que “el aumento tarifario y recorte de subsidios va a ser importante para reducir el déficit pero con eso no llegamos a lo que pide el FMI. Para lograrlo necesitamos 3 años de crecimiento sostenido y para eso tenemos que aumentar las reservas con mayores exportaciones”.
A su vez, señaló que “se va a hacer una segmentación de los subsidios a los servicios públicos a los usuarios que tengan mayor capacidad contributiva. A ellos se les va a quitar completamente el subsidio. Para aquellos que tengan tarifa social se va a quitar hasta el 40 por ciento, por lo que van a tener un aumento inmediato de alrededor del 20 por ciento. El resto van a tener aumentos del 40 por ciento, con un tope de 80 por ciento del índice de variación salarial”.
Por último, expresó que “el contexto internacional va a impactar en la Argentina porque está subiendo el precio del gas y eso afecta al país, igual que el incremento del precio del trigo. Si nos vemos muy afectados, no se sabe cómo vamos a llegar a las metas”, admitió.