Juan Ouwerkerk, presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa Rural ALFA, que reúne agricultores y productores rurales en Tres Arroyos calificó como “un parche” al fideicomiso para regular el precio del trigo que estableció el gobierno nacional. Y aseguró que si bien la administración de Alberto Fernández “tiene buenas intenciones” hay que esperar "para ver cómo funciona" porque el trigo representa sólo el “10 por ciento” del precio de los panificados.
En Siete Colores, el representante de los productores trigueros bonaerense señaló: “Todavía no se ha dicho del todo bien cómo va a funcionar el Fideicomiso. Ojalá dé el resultado que el gobierno espera para que esto no repercuta en el precio de la harina y los panificados”.
Y aclaró que si bien es una estrategia que “tiene buenas intenciones, es un parche, porque no mejora el fondo de la cosa. Pero, los gobiernos, siempre está ocupados por solucionar lo urgente: La inflación disparatada. Y no hay gente pensando en una solución de fondo para que en 15 años este país se vuelva racional”.
“La solución de fondo sería que se produzca más trigo o se generen mejores expectativas para producir más; para que este cereal se pueda vender en el mercado interno a un buen precio y que no repercuta en el bolsillo de la gente” aseguró Ouwerker y agregó que “en un país tan extenso tendríamos que tener muchos putos de salida de nuestra mercadería. Sin embargo, Dios está en todos lados pero atiende en Buenos Aires”.
“Para al productor primario pagar un flete para llegar a Buenos Aires es carísimo. Es decir que hoy no le alcanza al productor primario para llegar a los centros urbanos. Y tampoco le alcanza al camionero, porque a ellos tampoco les queda buena plata. Además, es más caro llevar aceituna de Mendoza a Buenos Aires, que exportar hacia China” analizó.
Finalmente, se refirió puntualmente al precio del pan y los panificados y aseguró que en la composición del precio final, el trigo solo incide en un “10 por ciento”
“Por ahí hay una cadena de producción de las panaderías que también se traslada al kilo de pan. Nos hemos convirtiendo en un país muy poco competitivo a nivel interno. El panadero tiene costos gigantes por las cargas sociales y salariales, el alquiler y los costos de elaboración (empleados, impuestos). Es decir que no es el precio del trigo lo que más varia en el costo del pan” concluyó.