El politólogo y director de la consultora Synopsis, Lucas Romero, analizó la interna en el Frente de Todos que quedó plasmada en las actividades que se desarrollaron durante la jornada por Verdad, Memoria y Justicia. “Los últimos 24 de marzo se han convertido en una suerte de teatro de operaciones para batallas del presente y no para recordaciones del pasado”, indicó y agregó que “ayer tuvimos como manifestación principal la marcha convocada por La Cámpora que tenía como lema ‘Primero La Patria’”. Según analizó, esa consigna “no tenía vinculación con los episodios que se conmemoraban. Estaba dirigida a Alberto Fernández y quería significar primero la Patria por sobre las necesidades de acordar con el FMI”. Además, indicó que Máximo Kirchner “lo aclaró cuando dijo que el rumbo del gobierno tenía que cerrarse con la gente adentro”.
En declaraciones a Mañana Es Mejor afirmó que “es difícil entender que un candidato a presidente haya sido elegido para arbitrar una coalición de gobierno y no para liderarla”. En ese sentido, indicó que “recordarle a Alberto Fernández su antecedente electoral de 2017 es vaciarlo de su capacidad de liderar la coalición”, y subrayó que “si la coalición no tiene consenso respecto del rumbo, alguien tiene que resolverlo”.
Romero recordó que “La Cámpora venía cuestionando la capacidad del presidente de ser una última instancia de resolución de los conflictos internos” y, en ese sentido, sostuvo que “esta crisis política se ocasiona cuando el mandatario decide aceptar el acuerdo con el FMI por encima de la opinión de Cristina Fernández y de Máximo. Esa decisión se tomó frente a una urgencia respecto de cómo se iban a encarar los vencimientos con el Fondo y el presidente frente al desacuerdo decide ser la última instancia de resolución”.
El politólogo expresó que “el problema es cómo debe funcionar una coalición sin una instancia resolutiva de los problemas internos. Si no hay acuerdo, cómo se resuelven las diferencias”, preguntó y reiteró que “esta coalición puede seguir funcionando si se logra una instancia resolutiva de las diferencias internas”.
El director de Synopsis indicó que los sectores que componen el Frente de Todos “son conscientes de la necesidad de la unidad pero el problema es cómo se llega al 2023”. En tal aspecto, advirtió que “se está intentando crear una mesa de conducción del espacio pero eso no resuelve el problema cuando hay diferencias”. De todos modos, resaltó que “el acuerdo con el Fondo se puede seguir negociando. Eso podría generar una recomposición del sistema de toma de decisiones de la coalición y darle a ese sector la posibilidad de incidir sobre los aspectos que no comparte”.
Por otro lado, Romero dijo que “el kirchnerismo está planteando que la unidad vacía de contenido no es suficiente para sustentarse y que tiene que haber una unidad de concepto de fondo” aunque recordó que “estamos viendo a dirigentes muy identificados con el kirchnersmo que están abogando por la tesis que sostiene el círculo más cercano al presidente: es el mejor acuerdo posible, teníamos que resolver este asunto y esto nos va a permitir llegar competitivos si todos nos encolumnados detrás de esta posición. El problema es que no todos están encolumnados detrás de esa decisión”.
Por último, enfatizó que “el sector que sostiene el apoyo al gobierno se siente mucho más identificado con Cristina que con Alberto, y quien está planteando una diferencia sobre el rumbo es el sector mayoritario de la coalición”. Asimismo, apuntó que “estamos atravesando un proceso de renovación en este sector político (con Máximo, Wado de Pedro, Andrés Larroque) y una crisis porque las diferencias sobre el rumbo las marca el sector más importante del espacio y esto lo pone a Alberto Fernández frente a la necesidad de trabajar sobre la unidad. Alberto Fernández está montando en una ola de alta impopularidad y una escalada inflacionaria, y no tiene muchos incentivos de ir a la ruptura”.