Compuesta por estudiantes y músicos jóvenes buscando recuperar clásicos las orquestas típicas del género respetando su sonoridad y resignificarlos, la Orquesta de Tango de la Universidad Nacional de las Artes lleva una trayectoria de 10 años, en los cuales ha grabado discos que obtuvieron gran repercusión.
“El Rejunte”, disco publicado en 2015 y que contó con la participación de Susana Rinaldi y Horacio Ferrer entre otros, ganó el Premio Gardel al Mejor Nuevo Artista de Tango, y en 2016 se editó “Mixturas”, donde participaron como invitados Ernesto Baffa, José Colángelo, María José Mentana, Oscar Kreimer, Juan Alberto Pugliano y Lautaro Mazza. El disco fue premiado por el Fondo Nacional de las Artes. Mientras que en 2018 se lanza “Impresiones Porteñas”, por primera vez disponible en plataformas digitales como Spotify.
En diálogo con El Refugio, por Radio Provincia, el Director de la Orquesta de Tango de la UNA Ariel Pirotti comentó que “el espíritu de esta orquesta tiene que ver con conocer la tradición del tango, las características, sonoridades y lo constitutivo del género. Pero a la vez que nos permita pensarnos como músicos de tango en la actualidad”.
Luego mencionó que el documental audiovisual “10 Años” contó con la participación de Susana Rinaldi, José Colángelo, Cristina Vázquez, y Roque De Pedro entre otros, logró construir “un testimonio de estos 10 años y contar cómo estos espacios de la cultura se han abierto camino hasta llegar a los espacios más insospechados, como en este caso la universidad, encontrando un terreno fecundo para desarrollarse”.
Luego se refirió a sus experiencias en el extranjero diciendo que “el tango tiene una combinación de cosas, toca muchas de nuestras fibras y a personas que no son tangueras de alguna manera los atraviesa”.
En ese sentido, puntualizó que “lo que pasa en Japón es inexplicable prácticamente, es increíble que esta música se transforme en un puente, ya que las costumbres y la cultura son muy diferentes. Fui a dar una conferencia y había una orquesta de tango, conocían el repertorio y me hacían preguntas. Eso me dejó sorprendido y emocionado”, dijo Pirotti para finalizar reflexionando: “que haya jóvenes de 20 años y personas 90 compartiendo un mismo espacio es un milagro del arte”.