Marina Larrondo, Doctora en Ciencias Sociales dialogó con "Es por Ahí" acerca de la influencia de los feminismos en las nuevas generaciones.
Larrondo hizo un recorrido por diferentes aristas que vinculan a los feminismos con la participación política de los jóvenes. Como puntapié inicial dijo que "el feminismo no siempre se lo vinculó a lo juvenil" porque para ella, "esa cuestión no estaba presente o no tenía importancia, incluso en algunos casos estaba mal visto, porque justamente las mujeres querían mostrarse como personas con experiencia".
De este modo, detalló por un lado, que el aporte de las juventudes a las demandas e interpelaciones al movimiento feminista, es un diálogo. Por ejemplo, "las organizaciones partidarias, estudiantiles, los movimientos territoriales, se vieron muy transformadas a partir de esta reemergencia del feminismo. Tanto en los vínculos entre los militantes como entre las cosas que piden y reclaman" enfatizó Larrondo.
A su vez, vinculó el rol de los colegios secundarios con ciertas demandas como: "escraches a compañeros con conductas inapropiadas o desigualdades de género que en la escuela aparecen en primer plano", pero también “educación sexual integral, mayor apertura a la libertad de cómo vestirse, cómo presentarse, cómo expresar la identidad de género. Todas estas cosas empiezan a estar en un primer plano, en los secundarios, o centros de estudiantes, en los dispositivos en los cuales se manifiestan en las escuelas".
Por otro lado, Larrondo resaltó que "lo que aportan las juventudes al feminismo, es una mirada novedosa, con cuestionamientos a lo que los sociólogos llamamos los -repertorios de acción colectiva-, que es, cómo se manifiestan los feminismos en los espacios públicos, esta cuestión del carnaval, de la brillantina, de lo visual y lo artístico, que tiene que ver con los jóvenes en las calles".
Además, la especialista, destacó que “las nuevas generaciones con sus demandas cuestionan los marcos del feminismo tradicional; ponen en discusión que los debates nunca terminan de estar saldados”.
Marina Larrondo, a partir de un análisis de clase o sectores sociales, diferenció una mirada vinculada a los jóvenes de sectores populares o relacionados a escuelas públicas, que se trasladada a los movimientos estudiantiles de escuelas secundarias, y por otro lado, una mirada que se evidencia según destacó “a partir del 2018 cuando se empezó a ver otro fenómeno que es la movilización y la participación de los y las estudiantes de escuelas privadas”.En ese sentido, recordó que hay a partir de esa fecha “una disrrupción en las escuelas privadas católicas, a partir del feminismo, de la discusión de la ley de Intervención Voluntaria del Embarazo, asociado al tema de los uniformes”, porque según aclaró “en términos de discutir el género, se discute el género, el aborto, la educación sexual integral y el uso del cuerpo, en eso incluímos la vestimenta, que para los jóvenes es muy importante”.
En cuanto al diálogo de los jóvenes con la política partidaria, indicó que los reglamentos de las escuelas secundarias limitan el uso de expresiones partidarias: “Las listas, cuando hay elecciones estudiantiles, no pueden llevar un nombre partidario, no puede decir somos UCR, La Cámpora secundarios, el PTS". Seguido, agregó que “en los 40 años de democracia no se pudo modificar el reglamento y las listas terminan teniendo un nombre de fantasía, algo que persiste en la universidad”.
Para finalizar, explicó que "esa forma de asociar lo partidario fuera de la escuela es una tensión permanente de la política estudiantil". Porque, "siendo en las escuelas donde los chicos son militantes fuera de la institución" se observa que son jóvenes que "movilizan la participación, movilizan los centros de estudiantes, tienen otra expertise”.