Marcelo Ramal, economista, profesor universitario y político reflexiono sobre los últimos números arrojados por el Indec y señaló que “primero hay que discutir salario y luego el valor de los alimentos”, calificó a las paritarias de “engañosas” y pidió “revisiones mensuales” de los ingresos.
En Siete Colores, por FM 97 UNE y analizó: “Tenemos estos niveles de pobreza que no ceden y sin embargo la desocupación cayó. Y esto se relaciona con que, además de los desocupados, que son pobres, buena parte de los trabajadores, incluso los que reciben sueldos en blanco, también son pobres”.
“Cuando hablamos de un promedio salarial de 65 mil pesos y una canasta de pobreza que ya superó ese número, sabemos que la pobreza involucra también al que todas las mañanas se levanta y va a trabajar; pero aún así no puede satisfacer sus necesidades elementales. Este es el gran problema que debemos considerar como punto de partida” aseguró.
Por otra parte, el dirigente nacional del Partido Obrero señaló que las paritarias son “engañosas porque trabajan comparando puntas'. Nos dicen, hubo un 45 por ciento de inflación y hubo, en un año, un 45 por ciento de aumento del salario. Es decir que la cuestión esta pareja.”
Sin embargo, el docente en las Universidades Nacionales de Buenos Aires y Quilmes explicó que “esto no es así” porque “mientras los precios aumentan por hora los salarios lo hacen por escalones, porque el incremento es por cuotas”.
Es decir que entre cuota y cuota, “mientras el salario se encuentra en una meseta, el índice de inflación sigue subiendo. Y cuando la inflación llega al 5 o 6 por ciento mensual la disparidad entre lo que aumentan los precios mensualmente y el salario es importante” detalló Ramal.
Por ello, quien fuera candidato a Jefe porteño señaló que “habrá que discutir una revisión de cárter mensual de los salarios hasta que se pueda encontrar una respuesta a la inflación que tiene causa que exceden al mundo del salario. Pues, lo último que falta en esta Argentina es que culpen de la inflación al aumento del salario”.
Finalmente, Ramal señaló: “Hay que poner el cascabel al gato en este sentido: la Argentina crea riqueza todo el tiempo. Pues, gran parte de este 37 por ciento de pobres trabaja. Es decir que el dinero está en algún lado. La inflación es un aumento generalizado de los bienes que se comercian. Pero, si la responsabilidad de la suba de precios no es por el salario, la respuesta hay que buscarla en la tasa de interés, en los alimentos, en el rendimiento de los títulos de la deuda pública, etc. Porque lo que no está en el bolsillo de ese 37 por ciento de población pobre está en los que lucran con las lelic, los pases diarios, los títulos de la deuda pública y el aumento cotidiano de los alimentos durante todo este tiempo”.
Y por ello concluyó que el primer punto para salir de esta situación “sería construir una relación de precios salarios y demás partiendo de las necesidades trabajadores y no de los grupos económicos. Pero, tengo la impresión de que pasa lo contrario. Porque las reuniones se arman con los hechos consumados. El Estado convoca a los sectores a una mesa, cuando ya subieron los precios. Por lo tanto, estas mesas terminan siendo una herramienta para persuadir a las organizaciones de tener salarios cuidados. En definitiva, son mesas que proponen precios libres y salarios cuidados”.