Explicó que "en los datos sobre el mercado de trabajo encontramos que la situación general es similar a la pre pandemia. Si tomamos el último trimestre de 2021 y el de 2019, con mínimas diferencias estamos en una situación similar. Incluso algunos indicadores están un poco mejor que en el 2019".
Sin embargo reconoció que "hay un sector que es el de trabajo en casas particulares, o el de trabajadoras domésticas remuneradas (...) que en 2019 tenía indicadores muy negativos, con la mayor tasa de informalidad laboral, hiperfeminizado. Hoy es al sector de la economía que más le cuesta recuperarse".
En tal sentido, Camisassa estimó que si bien "ha habido grandes esfuerzos del Estado nacional en pos de levantar la informalidad y el empleo, a inicios de 2020 y 2021 hubo 433.000 trabajadoras domésticas que se quedaron sin trabajo".
El economista consignó que "frente a este escenario, el Estado lanzó una serie de políticas como el Programa Registradas" que preveía que si alguien contrataba a una empleada, "el Estado pagaría entre el 30 y el 50 % del sueldo".
Ese programa "fue lanzado en septiembre del 2021 y la idea era que para diciembre hubiera 90.000 nuevos vínculos laborales registrados". Sin embargo, "cuando se observan los números el programa apenas funciona para 10.000 trabajadores registrados", subrayó.