El ex presidente de Uruguay, José ‘Pepe’ Mujica, dialogó en exclusiva con Radio Provincia tras su visita a la Argentina para participar de los actos por el Día del Veterano y de los Caídos a 40 años de la guerra de Malvinas, y manifestó que “el reclamo que hace la sociedad argentina recuerda que todavía queda un remanente de colonialismo en el mundo”. El dirigente del Frente Amplio también se refirió a las marchas y contramarchas de los procesos populares en América Latina, aseguró que la extrema derecha “termina dándole libertad al poderoso y sometimiento a los débiles”, y destacó que el FMI realizó el actual acuerdo con la administración que conduce Alberto Fernández porque sabía que con este gobierno no iba a poder imponer el programa que pretende para el país. En ese marco, pidió unidad en el Frente de Todos.
En declaraciones a La Mecha, Mujica planteó que el fin de semana estuvo en el país junto a Alberto Fernández, Evo Morales, Lucía Topolansky y Fernando Lugo para “concurrir a esa memoria de la sociedad Argentina representativa de la historia de América Latina como una gestualidad, tratando de recordarle al mundo que el tiempo del colonialismo se terminó”. El líder uruguayo sostuvo que “sería bueno que el mundo central tuviera la visión autocrítica de entender que la historia va para otro lado”, debido a que la ocupación ilegal de las Islas Malvinas “es un remanente de lo que queda del abuso de hace 200 ó 300 años y que el emergente capitalismo europeo desparramó por el mundo”. En ese marco, agregó que “parecería que hay que acostumbrarse al derecho a la conquista”, aunque aclaró que “me parece muy bien que no quede en el olvido porque el reclamo que hace la sociedad argentina es previsor y recuerda que todavía queda un remanente de colonialismo en el mundo que sería bueno que los sucesores de la Reina Victoria tengan presente y lo piensen”.
El ex senador del Frente Amplio pidió “tratar de juntar a todos” los líderes populares de la región porque “la agenda de nuestras disidencias internas nos debilitan frente a un problema que es mucho más antiguo, que es de fondo y que, con sentido latinoamericano, deberíamos considerar porque frente al colonialismo no puede haber dos visiones”. No obstante, reconoció que “en las sociedades humanas hay gente que se acostumbra a usar el collar. Los humanos somos bichos complicados. Ha habido ejércitos de esclavos que perseguían a esclavos que se liberaban. Ha habido de todo pero sería bueno e inteligente tener la grandeza de no trasladar otras contradicciones al colonialismo”.
Mujica también habló del problema de la deuda externa que tiene la Argentina ante el Fondo Monetario Internacional y, en ese contexto, recordó que “Uruguay estuvo más de 50 años ensartados con el FMI, desde 1955 hasta el 2006. En el 2006 le pagamos los últimos pesos y hasta el día de hoy no agarramos más viaje. Espero que mantengamos nuestra independencia”. Si bien admitió que “no sé cuáles eran las posibilidades que tenía la Argentina” para negociar con el organismo debido a que “si fuéramos indios y tuviéramos una forma de vida sobria en la selva, nos cagamos de risa del FMI, pero en las sociedades modernas si están una semana sin teléfono van todos al psiquiatra”. Por lo tanto, consideró que “tenemos una debilidad frente a los sacrificios. Entonces no sé cuáles eran las alternativas que tenía (el gobierno de Alberto Fernández), si negociar y ganar tiempo o si era más correcto pegar un trancazo”.
De todos modos, opinó que “el FMI trata de ganar tiempo porque se da cuenta que las reformas que quiere que se hagan no las va a conseguir con este gobierno que tiene la Argentina. Y a su vez la Argentina necesita tiempo para recuperarse un poco”, por lo que resaltó que “hay un empate de expectativas y por eso se tira la pelota para adelante para tratar de salir del pozo”.
Sin referirse directamente a la interna en el oficialismo, el ex mandatario planteó que “hay otras visiones y lo único que puedo decir es: los hermanos seamos unidos”. En ese marco, manifestó que “formo parte de un Frente que tiene más de 50 años. No nos juntamos para pelear una elección sino con el sueño de cambiar el país. Cada 4 ó 5 años discutimos el programa para la etapa. No queremos estar de acuerdo hasta el juicio final porque es imposible. Tenemos más de 20 organizaciones y tenemos líos y diferencias a patadas pero aprendimos a resolver las cosas por mayoría y a veces nos tenemos que comer algún sapo pero el estar juntos nos da fuerza. Somos el partido más grande de Uruguay porque hemos logrado mantener la unidad”.
Luego, incorporó que “ninguna decisión vale como para romper la herramienta. Hay que tener consciencia de que si se rompe la herramienta (el frente electoral) se está favoreciendo a la derecha. Es un secreto muy difícil pero es el desafío que nos plantea la historia por delante. A veces programáticamente unos quieren más pero siempre tenemos que ir a una suerte de empate e ir despacio y más vale ir despacio que no ir”.
Respecto a los procesos políticos que se desarrollan en América Latina, Pepe Mujica precisó que “la historia va caminando” y que “va a haber marchas y contramarchas” en el marco de “la larga quimera del hombre detrás del sentimiento de igualdad, que no significa que todos comamos lo mismo y que todos ganemos lo mismo, sino que tengamos oportunidades semejantes”. El dirigente indicó que esa quimera por oportunidades semejantes “es lo que va a seguir guiando el rumbo y las luchas de la humanidad. El viejo grito de la Revolución Francesa de ‘queremos la libertad bajo los techos sobre los cuales vivimos’, todos sabemos que sería una igualdad de papel, una igualdad frente al derecho pero que no significa una igualdad de oportunidades en la vida. Creo que los humanos perseguimos eso y la lucha va a continuar”, reflexionó.
En tanto, cuestionó a la extrema derecha que se viste de libertaria: “El animal existe. Está ahí. No puedo utilizar la palabra ‘libertarios’ para definirlos. Es un sacrilegio en el campo de las ideas porque son cualquier cosa. Son anarquistas capitalistas”, y rechazó las críticas que desde ese sector le realizan al Estado porque “a pesar de las críticas inevitables que le puede caber como figura, no son propias del Estado sino de los humanos” por cuanto explicó que “la responsabilidad no la tienen los instrumentos sino quienes utilizamos los instrumentos, que tenemos limitaciones, criterios, puntos de vista contradicctorios”.
Asimismo, subrayó que “se la agarran con la figura del Estado como si los seres humanos pudiéramos funcionar con un margen de que cada cual haga lo que le parezca, sin ninguna regulación. Esa quimera termina siendo a favor de la gran propiedad”, y lo comparó con “la famosa libertad del tiburón frente a la sardina. Es una posición teórica que en nombre de la libertad lleva a la subordinación inequívoca de los más débiles frente a los más fuertes porque el punto de partida es totalmente distinto en términos generales de la sociedad”. Según Mujica, “como estamos muy lejos de poder resolver el problema en el origen de las oportunidades, la libertad del tiburón va en contra de la vida de la sardina. Es libertad de libertinaje. Tengo plata y hago lo que se me antoja. Es una posición de adulería hacia los más fuertes. Termina dándole la libertad al poderoso y el sometimiento a los débiles”, resumió.
Tras ser consultado si extraña ocupar cargos públicos, reveló que ser presidente de Uruguay “fue una contingencia en mi vida, no puede haber sido jamás una finalidad” debido a que “discrepo enormemente con esa reminiscencia feudal que existe en nuestras sociedades. Elegir un presidente no es elegir un rey. Es un funcionario transitorio para una temporada y nadie es más que nadie. Pero todavía lo rodeamos de una bambolla anti republicana. Espero que algún día podamos demostrar que la liturgia que todavía se mantiene es una reminiscencia que no nos hace bien porque los humanos pasamos y las causas quedan. Hay luchas que son inter-generacionales y como tal hay que ubicarse. El mejor dirigente no es el que hace más ruido sino el que deja una barra que lo supera con ventaja en el largo tiempo. Ese es el sentido de la política”.
Además, insistió: “Voy a ser militante toda la vida porque es una forma de vida. En las sociedades contemporáneas tan mercantilizadas hay gente que mira la política como una profesión para hacer plata. Siempre he dicho que a los que les gusta mucho la plata se tendrían que dedicar al comercio, a la industria y que les vaya bien. Pero la política no es para hacer plata. Los políticos militantes deberíamos vivir como vive la mayoría de nuestro pueblo y no como vive la minoría privilegiada. Hay que ser y parecer. Y ese sentido de diferenciarse no me calza. Hay resabios feudales en nuestra cultura”, discutió.
Por último, valoró la herramienta del referéndum como mecanismo para resolver problemas de fondo en las sociedades, luego de que el pasado 27 de marzo los uruguayos acudieran a las urnas para decidir si derogaban o respaldaban los 137 artículos de una de las leyes centrales del gobierno de Luis Lacalle Pou: la Ley de Urgente Consideración. Mujica dijo que “el referéndum es un mecanismo que heredamos de nuestros bisabuelos que es formidable y que más de una vez nos ha servido para salvar el cuero. En la década del noventa quisieron vender algunas viejas empresas del Estado cuando estaba de moda privatizar todo y la pudimos salvar con un referéndum. Sino hoy no tendríamos la petrolera, la energía eléctrica, etc en manos del Estado. Es una herramienta que otros pueblos no tienen y creo que como institución va en un perfeccionamiento de la democracia. Hay que darles a los pueblos el derecho a organizarse y por momentos actuar de legislador. A la larga va a traer cambios institucionales porque las herramientas para establecer una consulta del pueblo frente a los grandes problemas es cada vez más fácil”, auguró.