Indicó que su pasión “viene desde la infancia, cuando jugaba sin pensar en el futuro, sino en disfrutar. Eran momentos de compartir con amigos o compañeros del colegio. A través del tiempo, fueron quedando abandonados, pero después uno los va recuperando, tratando de rememorarlos, porque son momentos muy movilizantes”.
El coleccionista dijo que “la razón por la cual existen las Retro Aventuras es porque son parte de un viaje en el tiempo a través de los sentidos y sin una máquina”. Olivieri reconoció que “hay un materialismo que te permite viajar y usar las cosas como un vehículo”. Así, “podes pensar en un VHS y tu tía cuando te llevaba a alquilar una película”.
Son, en ese sentido, “un disparador de recuerdos y sensaciones”, señaló el entrevistado y agregó que se dedica a lo audiovisual desde chico: “Siempre le dije a mi papá que quería ser director de cine. Pude tener la cámara de un amigo de mi papá prestada y esa fue mi forma de comunicar, a través de los videos”.
Hoy “a la hora de querer contar algo a través de los muñecos, los objetos y el cine, no se me ocurrió hacerlo de otra manera” que no sea a través de los videos de YouTube, indicó el productor audiovisual, oriundo de Coghlan.
Para finalizar, destacó que es posible historizar o conocer la economía del país a partir de la industria del divertimento, por ejemplo a través de los “muñecos de la industria nacional o los objetos con licencias de marcas norteamericanas, pero que se hacían en Argentina”. Tiempo después, esa producción nacional cambia “con la llegada del 1 al 1, porque empiezan a caer al país cosas importadas que venían de otro lado”.
Son objetos que contribuyen a recordar que formaron parte de un país y de una economía: “Son cuestiones que no percibíamos de chicos, pero que tuvieron un profundo impacto de forma indirecta en nuestra vida” enfatizó Oliveri.