Laurina Oliveros está en un gran momento profesional, pero su recorrido comenzó hace tiempo: "Empecé a atajar a los 8 años, antes era delantera. Desde ese momento me di cuenta que el arco era mi lugar en el mundo. Tenés que tener mucha responsabilidad y personalidad para estar ahí", aseguró.
Sobre su formación y la importancia de contar con un club que da soporte a los sueños de las jugadoras, explicó que "soy profe de educación física y me encanta la docencia. Siempre trato de darle una mano a las más chicas, para que sepan que Boca les da todos los recursos como para llegar a ser grandes futbolistas".
En cuanto a la actualidad del deporte en el país, destacó que "está creciendo mucho el fútbol femenino. Que hoy una jugadora presente la camiseta de su equipo es lo más normal, pero antes no pasaba". En ese sentido señaló que "hay muchos ejemplos lindos para que cada vez que alguien dice 'el fútbol femenino no le interesa a nadie' te entre por un oído y te salga por el otro. El del Barcelona llenando el Camp Nou es el más emblemático".
Sobre su desembarco en la institución xeneize, recordó que llegó "en un momento difícil, más que nada porque tenía que ocupar el puesto de Elisabeth Minnig, una de las pioneras del femenino. Tenía esa fuerte responsabilidad, pero se dio todo bien y natural".
Por último, se mostró entusiasmada con el desafío de volver a participar de una copa del mundo y enfatizó: "Quiero tener la revancha de jugar un mundial. Hoy me siento al 100 y quiero estar entre las 11".