“Malvinas 40 años: memoria sonora”, es el libro que incluye sonidos de anuncios oficiales, discursos, programas de TV o movilizaciones populares, y que tienen como objetivo contar la experiencia vivida en nuestro país por aquellos días de guerra, y generar un momento reflexivo y sensible sobre esta fecha histórica.
En el contexto de la presentación del trabajo en la Feria del Libro de Buenos Aires, se desarrolló la charla "Argentina Bicontinental, de la Cuenca del Plata al Polo Sur", en la que expuso entre otros el Mario Volpe, Vicepresidente del Instituto Malvinas e integrante del CECIM La Plata.
"Con los ex combatientes nos propusimos como misión difundir todas las cuestiones vinculadas a la soberanía, no sólo en cuando a Malvinas. Siento alegría de cumplirla y a la vez sentir que la gente entienda lo que digo", manifestó Volpe en diálogo con Revolución Solar.
"Entendés Malvinas cuando ves a la bandera flameando en ese lugar. Cantar Aurora allí es muy emocionante. Es muy fuerte ver a la bandera Argentina, y muy triste ver la bandera de Inglaterra cuando uno se tiene que ir", continuó, al tiempo que afirmó que “la dictadura del 76' seguía los mismos lineamientos que Margaret Tacher y otros gobiernos neoliberales".
Seguidamente rememoró que “en aquel momento había una sociedad que cuando nos mandaron a Malvinas, nadie salió a pedir que no vayamos. En esos momentos las madres salían en la calle diciendo no a la guerra. Pero cuando uno lo cuenta con el diario del lunes, siente orgullo por haber estado en Malvinas, por haber visto flamear la bandera, haber estado en combate contra el imperio, pero siente mucha tristeza por los que quedaron allá. Son sensaciones ambiguas”, aseguró.
Luego destacó la importancia de instalar en la sociedad el debate sobre el ejercicio de la soberanía en el presente. “Uno se cansa de contar siempre la misma historia: del hambre, del frío” que pasaron los soldados. “Me parece que el paso siguiente es contar de lo que está jugándose Argentina en Malvinas, de cómo este país puede ir adelante si miramos Malvinas atlántico Sur, la Antártida, si podemos pescar para la gente, si podemos tener una agenda propia para la política exterior, y en vez de estar preocupados porque los países grandes países estén trasformando su parque automotor a automóviles eléctricos y van a venir por el litio, nos tenemos que preocupar, pero primero nuestra agenda es de otro tipo de soberanía, y es la soberanía alimentaria”.
En ese sentido amplió “no puede haber hambre en un país donde tenemos un mar como el que tenemos y donde podemos dar proteínas a todos los chicos de todos los comedores que todos los días comen harinas nada más, fideos o arroz, y podrían comer proteínas de primera con el pescado. Tenemos posibilidades con la pesca de parar el hambre más urgente. El precio de los cereales es récord, las cosechas son récord, y el hambre es récord. Entonces, ¿cómo se entiende? No podemos tener cosecha récord con hambre récord”, concluyó.