Mañana viernes 5 de mayo cierra el plazo de inscripciones para participar de los Juegos Bonaerenses. En esta edición número 31 se suman nuevas disciplinas como el Rugby Seven para las mujeres, el fútbol playa y se abrió la convocatoria para que participen personas trasplantadas.
Desde que existe el certamen se han registrado “más de 20 millones de participantes” puntualizó el subsecretario de Deportes de la provincia de Buenos Aires, Javier Lovera a la radio pública y agregó: “Cuando recorro los distritos encuentro, entre los funcionarios y su población mucha gente que logró participar de los juegos”.
“Eso es para mí una gran alegría porque es la principal herramienta de desarrollo del deporte en el país y la principal herramienta de cohesión deportiva que tiene la Provincia” aseguró.
En No Corras, por FM 97 UNE, el funcionario destacó que Juegos Bonaerenses “es una política transversal a nivel territorial y a nivel del Estado porque nos vinculamos con Educación, con las políticas universitarias, con Salud, con el CUCAIBA, por los trasplantados, con APREVIDE, con Transporte, etc.
“Además desde el Estado Provincial se articula a todos los municipios porque lo que tiene este certamen es que es una política pública que marca agenda en todos los distritos. No hay partido que no participe. Y en este camino todos los distritos tienen que vincularse” aclaró.
Finalmente, Lovera resaltó que los Juegos Bonaerenses son “una política flexible, dinámica que busca que la mayoría de la población encuentre su lugar en el deporte” y por eso consideró lógico que “se vayan adaptando con el correr del tiempo”.
“El año pasado extendimos al nivel universitario, este año ampliamos mucho las disciplinas para adultos mayores y para personas con discapacidad. Contamos con el récord histórico, tenemos 16 disciplinas. Además, también ampliamos la convocatorias a trasplantados. Primero porque buscamos que todas las personas trasplantadas se vinculen con el deporte. Y, después porque queremos difundir en la comunidad la necesidad de donar órganos, ya que los órganos no van al cielo” concluyó.