Tras retornar a las Islas Malvinas Argentinas en 2008, Julio Aro notó que en el Cementerio de Darwin las 122 tumbas de sus compañeros tenían placas anónimas. Desde allí, junto a la ayuda de Geoffrey Cardozo comenzó el proceso de identificación que permitió reconocer a 115 Argentinos.
En diálogo con Revolución Solar Aro contó que “sólo restan reconocer 7 cuerpos” y destacó la ayuda de Geoffrey Cardozo, el británico que fue nominado junto a él al Premio Nobel de la Paz. “Era quién enterraba a nuestros soldados caídos. Su colaboración fue importantísima para poder identificar a los cuerpos".
Según indicó, "la condiciones climáticas en Darwin hicieron que los cuerpos se conserven muy bien. Los antropólogos encontraron cartas dentro de los pantalones de los pibes que les iban a enviar a sus familias".
El Héroe de Malvinas, también trabajador de IOMA, afirmó que continúa el trabajo para identificar a los compañeros que faltan, y dijo que “el Premio Nobel sería algo importante, pero no se compara al premio que es el abrazo de una Madre cuando puede identificar a su hijo".
Julio Aro junto a Geoffrey Cardozo.
Imágenes gentileza Agencia Télam