Los responsables de la Editorial Conejos, Bruno Szister y Paula Brecciaroli charlaron con Gillespi y Miri Molero sobre la trayectoria de la empresa.
Todo nació cuando “los tres íbamos a un taller literario y pegó buena onda. En una salida surgió la conversación sobre la dificultad de cómo comenzar a publicar”, dijo Paula. Así, “un poco jugando empezamos a armar una editorial y fue muy involuntario. Fuimos aprendiendo el oficio a medida que lo íbamos haciendo”.
En tanto, Bruno manifestó que “con los primeros libros estábamos preocupados y los trabajamos muchos. Todos fuimos opinando y corrigiendo para que salieran impecables”. Agregó que “nos sentamos a corregir y entre todos hacemos una edición, es un lindo trabajo, en el que aprendés un montón”.
En ese proceso se involucra al autor de la obra, manifestó Paula y puntualizó que “el editor es el intermediario, es como el productor musical”.
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