Marco Teruggi, periodista y sociólogo analizó el escenario político del balotaje que enfrentará a Gustavo Petro y Rodolfo Hernández en Colombia y alertó porque se está viviendo un “pico de violencia política” en ese país.
En No Corras, por FM 97 UNE, Teruggi calificó como “una novedad en la historia colombiana que una fuerza progresista obtuviera el primer lugar” en las elecciones generales y destacó que este resultado “refrenda el resultado obtenido en las últimas elecciones legislativas y las primarias”.
“Hay un clima de poder valorar lo alcanzado” por Gustavo Petro detalló el sociólogo, pero también se tiene en cuenta que “el resultado obtenido fue de 40, 23 por ciento y se esperaba un poco más. Y al mismo tiempo está la novedad de que no se va a enfrentar con el candidato tradicional del establishment, asociado al uribismo, sino que se enfrenta con Rodolfo Hernández, que tiene un perfil más outsider, disruptivo y con un discurso anticorrupción”.
Y por ello, aseguró: “Gustavo Petro está a la vez muy cerca y muy lejos de la presidencia”. Y advirtió que en este contexto, “cuando más alta es la posibilidad de alcanzar la presidencia, más recrudecen las amenazas”.
Teruggi explicó que Colombia “es un país marcado por una violencia política crónica” y detalló que en ese contexto “desgraciadamente, el atentado, siempre es una posibilidad”.
“Acá no sorprende, es parte de las cartas que están sobre la mesa. Es un país que tiene un historial de asesinatos de candidato de centro izquierda. En una elección mataron tres. Y hoy particularmente , el país, está en un pico. Hoy a diario matan dirigente sociales en las calles, forma parte del paisaje habitual del país” describió.
Finalmente, el periodista revisó el contexto político a nivel regional y reflexionó sobre “las nuevas derechas” al señalar que son fuerzas políticas que “logran aprovechar un escenario de crisis y de agotamiento de las formulaciones políticas y la gran desigualdad social y construyen legitimidad con las redes sociales. Además, suelen estar respaldadas por actores del sector del establishment de cada país; porque ellos los ven como una oportunidad para que haya un cambio que no cambie nada”.
Asimismo señaló que también hay que preguntarse “porque las izquierdas, los progresismos o los movimientos nacionales y populares tienen dificultad para construir un horizonte de promesas que logren mostrar un futuro que sea hacia adelante pero no tan lejano como para que suene utópico”.
Y concluyó: “No sé si el balance es tan negativo. Hay que ver qué pasa en Colombia y luego en Brasil. Pero en los últimos años, en América Latina se ha logrado una recuperación de terrenos en términos de gobierno por parte de fuerzas progresistas”.