El presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezaron un acto en Tecnópolis para conmemorar los 100 años de YPF.
En ese marco, la vicepresidenta recordó cómo fue el proceso de recuperación de la empresa durante su gobierno y analizó la situación del país.
"Nadie, sea de izquierda o derecha, radical, conservador o macrista, puede negar que desde 1983 el principal problema estructural de Argentina era el peso de su deuda externa", manifestó.
Seguido, consignó que "hasta el golpe de 1976 Perón había pagado el último cachito del FMI y la deuda era de 7 mil millones de dólares. El gran drama comienza con la dictadura cuando el país pasó del modelo industrial a un modelo financiero de especulación".
También mencionó que durante su gobierno "los salarios crecieron 78 puntos y cayeron 20 en los cuatro años posteriores. Las empresas tampoco tenían endeudamiento porque había habido mucho crecimiento".
"Puedo admitir que cuando hay una remuneración fuerte al trabajo tenemos tensiones inflacionarias, pero creo que debemos centrarnos en que gobernar es también administrar esas tensiones en favor de las grandes mayorías", significó la vicepresidenta.
"Con defectos, errores o modales que a muchos no le gustaban, nuestro espacio político, en 12 años y medio, había encontrado la forma de desendeudar a la Argentina", recalcó.
La expresidenta recordó que "recuperamos YPF y además le pagamos el corralito a la primera Alianza". Sostuvo que recuperar la empresa petrolera "no fue una decisión ideológica ni dogmática sino realista" y advirtió que "las decisiones que responden siempre a los intereses de las grandes mayorías encuentran muchos escollos pero es indescriptible la sensación que uno experimenta cuando siente que ha cumplido con un deber. Yo cumplí con los argentinos el deber de devolverles YPF, Vaca Muerta y el inmenso potencial".
"El futuro se construye todos los días. Tengo una gran esperanza de que Argentina se convierta en una gran productora de energía que el mundo necesita, pero no es magia", sentenció.
"Todo es producto de un inmenso esfuerzo, sacrificio y jugar siempre por los intereses de las grandes mayorías, ví a Néstor quemar su vida en eso", añadió.
Por último, la vicepresidenta le pidió al presidente que "use la lapicera" y consideró que hay que sentarse con los empresarios “no como amigos”, y pedirles que devuelvan “algo de lo mucho que ganaron”.
A su turno, el presidente Alberto Fernández destacó: "Tengo el privilegio de ser presidente cuando YPF cumple 100 años, que es la empresa que está a la cabeza de la industria argentina".
Mencionó que recientemente "anunciamos el comienzo de la construcción del gasoducto Néstor Kirchner, que nos va a permitir que el gas llegue y se distribuya en el centro del país y podamos tener autoabastecimiento".
También pidió que el complejo petroquímico de Ensenada "lleve el nombre del General Mosconi: es el mejor homenaje que podemos hacerle a alguien que fue trascendente en el desarrollo de YPF".
"Hoy estamos felices porque YPF tiene resultados muy buenos. Tenemos récords de producción de gas y petróleo. Del mismo modo que Cristina hace 10 años dijo basta y apostó al desarrollo de YPF, lo mismo quise yo. Si tenemos resultados es porque apostamos a eso", enfatizó.
No obstante, consideró: "Que YPF esté en manos del Estado no es garantia de nada, porque en política no todo es lo mismo. Puede haber una YPF del Estado en manos de los que llaman estrafalarios a quienes no quieren endeudarse".
"Gobernar sin endeudarse es un acto de responsabilidad. Como dijo Cristina, gobernar es administrar es la realidad y en la realidad hay tensiones y conflictos. Hay quienes quieren defender los intereses populares y quienes quieren defender los intereses de unos pocos".