"No, ni ahí, es demasiado peso" responde entre risas al ser comparado con Osvaldo Soriano y Roberto Arlt. Y continua: "De Soriano solo tengo que soy hincha de San Lorenzo como él y que soy fanático de sus novelas. Soy un periodista de oficio formado en redacciones, tengo la experiencia silvestre del tipo que cubrió futbol, espectáculos, congresos científicos, elecciones y un montón de cosas mas".
Horacio comenzó en el periodismo en 1983, cumplirá cuarenta años de oficio el año que viene. Sobre las redacciones míticas de aquellas épocas cuando dio sus primeros pasos relató: "Eran lugares con maquinas de escribir muy ruidosas. Cuando tenias una maquina de escribir aceitadita le ponías tu nombre para que nadie la tocara. Se peleaba por las buenas sillas y por las maquinas de escribir. Había mucho cigarrillo, en algunas redacciones a las 7 de la tarde se habilitaba el alcohol. Para mi era mas sencillo hacer el cierre con un whisky en la mano".
"La década del 90 fue una gran década para el periodismo", analizó. Y siguió: "Probablemente fue terrible para el país pero fue extraordinaria para el periodismo. En 1993 volví de unas vacaciones y tenia tres ofertas de trabajo en el contestador automático. Cada dos años y medio cambiaba de trabajo y cada trabajo tenia un mejor sueldo, estaban explotando los canales de noticias en la televisión por cable, la radio AM se define por el perfil informativo y se incorpora también en la FM y en 1995 empiezan las versiones on line de los diarios de papel".
En este sentido, señaló: "Cuando empiezan a desarrollarse las nuevas tecnologías ese negocio que estaba atornillado con vigas de acero empieza a modificarse porque se vendían cada vez menos diarios, porque la publicidad de papel empieza a tener otros jugadores que se la llevan. Esa torta publicitaria pasa a la mano de Google o de Facebook y no a las empresas periodísticas. Esto lleva a la precarización del oficio, cae el salario, se venden menos diarios. El negocio de internet económicamente rinde menos. El periodismo depende de los medios de producción como cualquier industria. Si se te precariza el negocio haces un periodismo mas barato".
Asimismo, Horacio asegura que "cuesta mucho pensar a un lector de 25 años dispuesto a pagar una suscripción de lo que fuere. Hay otro sentido del consumo informativo".
En otro orden, el periodista dijo que "el periodismo trabaja sobre hechos ciertos y los adorna con hechos de ficción, incluso a veces de manera inocente para que esa realidad sea mejor consumida por el lector" y diferencia al periodismo de la literatura: "La literatura construye desde la mentira su propia verdad, hacer literatura es saber mentir, implantar en vos la sensación de que eso pudo ser verdad".
"Hay un fetichismo por la realidad, porque sea algo no ficcional. La gente quiere que todo sea real, no digiere de manera sencilla algo que sea solamente ficcional. En el periodismo siempre hubo un margen para lo ficcional", señaló y ejemplificó "Jack, el destripador existió pero tuvo un aprovechamiento excepcional por parte de la prensa. Contar cosas interesantes siempre fue un elemento importantísimo en el periodismo, que tiene dos fuerzas en pugna, por un lado lo interesante y por otro lo importante".
Finalmente, el novelista aseguró: "Hay menos posibilidad de friccionar todo porque hay muchas posibilidades de cruzar datos y chequear la información, antes no había eso. Cuesta menos instalar una fake news ahora que antes. En el periodismo pre internet costaba mucho mas desarmar los fake. Un periodista muy famoso en los años 80 por su pluma que escribía en un diario importante de Buenos Aires era uno de los enviados especiales para el verano, nunca salía del hotel, contaba historias maravillosas pero nunca salía del hotel. Había carta blanca para hacer eso".