En el marco del 35° aniversario de la Ley de Divorcio Vincular, la agencia Télam realizó un informe en base a datos del Registro Provincial de las Personas bonaerense en el que "se duplicaron la formalización de las rupturas matrimoniales, pasando de 12.382 a 24.551 entre 2020 y 2021".
Marina Esborraz, psicoanalista, docente de la cátedra de Psicopatología II de la UBA dialogó con "Es por Ahí", por FM 97 UNE, sobre la incidencia de la pandemia en los vínculos de pareja.Indicó que "no sabemos si la pandemia tuvo que ver con esto". No se cuenta con elementos suficientes que corroboren que fue “porque la gente estuvo más encerrada o en contacto con sus convivientes más cercanos”.
Sin embargo, enfatizó que “las relaciones siempre tienen su cuota de malestar, el tema es cuál es el malestar que cada quién está dispuesto a soportar”. Aclaró que “una cosa es el malestar y otra es el sufrimiento”, y advirtió que lo que habría que poner en discusiónes “cómo debería ser un vínculo sano”.
La psicoanalista recordó que “en nuestra forma de amar llevamos ciertas marcas, porque siempre creemos que lo que hacemos está bien” aunque “una pareja representa una situación sintomática” porque “desde afuera es difícil desentrañar situaciones”.
“Muchas veces puede sonar muy lindo teóricamente, pero muy pocas personas pueden sostener un vínculo. Hay formas que nos exceden, ante ciertas formas que vivimos y nos han marcado, y que se imprimen en las relaciones” porque “no pasa por la voluntad”.
“En otro momento, en que el matrimonio era una institución, y el vínculo principal era la pareja, teóricas como Tamara Tenenbaum, hacen un análisis sociológico, sobre cómo la pareja se consolidaba a través de razones muy distintas” a las actuales, mencionó la entrevistada. “Hoy está sobre el centro la pareja, porque se cree, ante el malestar de la vida, que el amor es la solución y no es una solución, es un medio para muchas otras cosas, es un buen fármaco”, puntualizó la psicoanalista.