En diálogo con Revolución Solar la científica explicó en qué consistió la tarea que desarrolló desde 1999 hasta fines de 2017, que mantenía los relojes mundiales en hora.
“Se parte de la base que para tener una sola hora se procede en un cálculo sobre papel: el mundo está cubierto por una cantidad de relojes atómicos que son muy buenos, los que usamos en el buró de pesos y medidas para definir la hora universal tiene un número de 500 relojes atómicos distribuidos en el mundo, y con ellos hacemos un promedio para establecer la hora sobre el meridiano de Greenwich, que nos sirve para comunicarnos entre todos a través de un mismo horario”, detalló.
El equipo integrado por físicos, ingenieros y técnicos efectúa el cálculo y lo comunica a 85 institutos.
“Quién se encarga de mantener la hora es una organización intergubernamental”, agregó, para luego referir que “la hora corresponde a mantener la unidad de tiempo que es el segundo, la de la masa es el kilogramo, la intensidad de la corriente eléctrica el ampere, la masa molecular que es la mole”, y señaló que “eso no puede estar en manos privadas o de un país”.