En diálogo con Picado Fino, por Radio Provincia, sostuvo que “la escuela es, en algún sentido, la memoria axiológica de la patria”.
“La tarea de la memoria es una de las políticas de la subjetividad” y “es muy difícil que los educadores y educadoras que no la sientan la transmitan”, advirtió el funcionario, por lo que remarcó que allí “hay una tarea que hacer con los y las estudiantes, en la formación docente inicial, en los profesorados, en las universidades y en la formación permanente”.
En esa línea, consideró que todos deben comprender que “transmitir Malvinas no solo es sólo un sentimiento (…) sino que el artículo 92 de la Ley de Educación dice que en la educación tienen que estar presentes tres cosas: la identidad latinoamericana, la reflexión sobre el pasado próximo que lo llama terrorismo de Estado y la causa de la recuperación de Malvinas”.
“Es una tarea que habrá que seguir para siempre, porque la memoria es para siempre. Cuando desaparecen las víctimas, nosotros somos los herederos de la memoria”, enfatizó.
“Los docentes somos iguales que los almaceneros, que los remiseros (…) pero tenemos la tarea de hablar en nombre de la condición humana” y “la escuela tiene la obligación de transmitir ese legado”, recalcó el ministro.
No obstante, aclaró que “nosotros también decimos que hay que enseñar lengua, matemática y biología porque si no pareciera que la derecha se queda con el monopolio de la enseñanza, tenemos que saber más y hacer esfuerzos. Hay que invertir, trabajar y formar docentes pero, con la misma intensidad, la escuela debe ser escenario de educación sexual integral, debe enseñar la memoria, porque forma parte de una construcción de ciudadanía”.
“El neoliberalismo piensa una sociedad de individuos sin liga y la escuela propone la construcción del pronombre maldito: nosotros. Nuestra escuela alienta la paz, la convivencia, el deseo y la necesidad del otro, que forma parte de lo que vivimos esta tarde”, subrayó Sileoni.