Mauro Brissio, especialista en Fake News y docente detalló el proyecto de ley anti-fake news que propuso en la plataforma Change.org y aseguró que la iniciática no tendría que tener un “efecto de boomerang si lo dotamos de las herramientas necesarias".
La propuesta fue lanzada hace poco más de "3 semanas y ya se juntaron más de 25 mil firmas. Eso nos habla de la necesidad y de las voluntades que hay para que esto se discuta", agregó.
En Siete Colores, por FM 97UNE, el magíster y licenciado en Comunicación (UNLaM) explicó que el proyecto “tienen tres ejes. El primero es pensar en algún tipo de sanción o multa económica para los medios o comunicadores que difundan las fakes news” y agregó que “se puede instrumentar con una quita paulatina de la pauta publicitaria oficial”.
Seguido agregó que “el segundo eje es capacitar y empoderar a la población con las herramientas necesarias para detectar, combatir y denunciar la existencia de las fake news. Y el tercero es establecer un semáforo de colores para indicar e informar la reputación del medio, teniendo en cuenta la cantidad de noticias falsas que difunde, para alertar al consumidor de noticias”.
Luego, Brissio también se permitió reflexionar y diferenciar las noticias falsas o fake news de las noticias erróneas.
"Una cosa son las noticias erróneas y otras las falsas. Las primeras son noticias equivocadas pero que no tienen un objetivo. Su publicación tienen que ver con la falta del chequeo de la información, y la vorágine en la que se ven involucrados muchos periodistas, pero no buscan dañar a nadie" explicó y resaltó que a diferencia de estas, las fake news “si buscan causar un daño”.
Brissio aclaró: "las fake news, son operaciones políticas financiadas por grupos de poder que tienen la intencionalidad de causar daño. Además, para que se instalen se necesita toda una comunidad organizada. Periodistas, conductores, canales de comunicación, bot, trolls ,entre otros, que funcionan en simultáneo y coordinadamente".
Sin embargo, admitió que "detrás de una fake news hay toda una ideología que la confirma” y agregó que eso se apoya también en que “hoy los consumidores son grandes filtros. Y tienden a elegir y a creer lo que está de acuerdo con su pensamiento”.
En ese marco, Brissio advirtió: “Hay una derecha que usa las fake news como instrumento político” y por ello insistió: “en la importancia de poder seguir denunciado estos mecanismos. Hay que dar la discusión porque esto puede atentar contra la salud y contra el derecho humano a la información".
"A muchos conductores les hicieron creer que la libertad de pensamiento no tiene límites. Pero eso es como creer que la libre circulación me permite cruzar un semáforo en rojo” ejemplificó y agregó: “La realidad es que cuando uno ejerces mal su profesión, eso tiene consecuencias. Y eso pasa en todas las profesiones. No se puede dar información falsa" resaltó y denunció que en el actual contexto en los medios de comunicación: "se naturalizó la mentira. Y no sólo se sabe quién miente sino que se tolera y ni si quiera tienen la necesidad de pedir disculpas".
Por otro lado, Brissio dijo que "hay que alertar sobre la peligrosa mentira de que toda opinión es respetable; porque hay cosas que no se pueden aceptar”.
“Hay algunos dichos que no son opiniones, sino que son discursos de odio. Pero, para poder reconocerlos primero tenemos que saber qué son los discursos de odio y cómo operan" detalló.
Finalmente, aclaró: "Este proyecto no está pensado como una herramienta política para el gobierno de turno, sino como una herramienta de protección de la ciudadanía”.
“Se debe armar un Consejo integrado por todas las fuerzas políticas, las universidades y representantes de la sociedad civil. Es decir que no tendrá un efecto de boomerang si lo dotamos de las herramientas necesarias" concluyó.