El titular del Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET) de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo, Fabián Amico reflexionó sobre la situación inflacionaria que atraviesa Argentina y el mundo y recomendó tomar medidas pragmáticas y excepcionales para abordar el tema de la inflación por lo menos “hasta que merme la coyuntura internacional”.
Además, destacó que “es importante que estas situaciones no se acumulen en el tiempo porque lo que se destruye en 2 años te lleva 10 recuperarlo” y por ello reiteró que hay que trabajar para “atenuar los impactos de la inflación porque luego es difícil volver a la posición anterior, ya que los rastros que esta situación deja en la estructura productiva no vuelven rápido a la normalidad”.
En No Corras, por FM 97 UNE, Amico afirmó: "Suena muy difícil pensar en una inflación por debajo del 70 %. Pero no es imposible” aunque aventuró que “como la situación internacional es muy compleja, sin salirse de la letra del Acuerdo con el Fondo, es muy difícil porque el programa tiene incorporado un cepo inflacionario”.
El economista además, adelantó: “Si la proyectas la tasa actual hasta fin de año, eso te da más del 80%” de inflación. Y estimó que para que no haya una inflación superior al 70 %, a partir de ahora, debería haber “registros mensuales menores al 4%”.
“Y eso luce muy difícil porque los factores que han estado motorizando la inflación no se están aliviando sino que se están recrudeciendo. Primero porque la presión internacional sigue en ascenso y luego por el incremento de algunos factores doméstico que también impactan, como la suba de las tarifas” describió y puntualizó: “el shock internacional es en alimentos y energía. Y nosotros exportamos alimentos e importamos energía. Y estamos importando a lo perro. Por lo tanto, la cuenta viene dando positivo, pero el superávit se va comprimiendo”.
En ese escenario, el especialista reflexionó que la salida de ningún modo puede venir a través del “recorte de gastos” y adelantó que lo que se puede hacer es establece para los alimentos “un precio doméstico distinto al del mercado externo”.
Amico, explicó que para lograr eso, lo que se “puede aplicar es un impuesto a las exportaciones” cosa que “involucra una gran complejidad política”. Sin embargo, se pueden “poner retenciones fijas, retenciones móviles, podes establecer rangos… el hecho concreto es que, por distintos motivos, hoy no se está aplicando ninguna”.
Seguido señaló que “como, por ejemplo el valor del trigo a nivel doméstico se calcula a valor dólar, la otra de las herramientas es el manejo del tipo de cambio oficial. Porque si el impacto del tipo de cambio crece poco o nada el impacto interno será menor. Pero, el Banco Central tiene cada vez menos reservas para contener la presión cambiaria. Y además, tenemos un acuerdo con el Fondo que estipula que el tipo de cambio debe crecer a una cierta tasa para acercarse a la inflación”.
“También se pueden plantear subsidios a las exportaciones, pero ahí también tenés los límites que te impone el acuerdo con el Fondo. Es muy compleja la situación y sin salirse de la letra del acuerdo con el Fondo, es muy difícil que la inflación baje, porque el mismo programa tiene un Cepo Inflacionario” analizó.
Y por ello afirmó que “la alternativa que le parece más acertada es poner cupo a las exportaciones”. “Es una situación excepcional y se requiere de medidas excepcionales, por lo menos hasta que la situación internacional merme”.
Finalmente, Amico relató cuando vos tenés un “shock de esta magnitud, los rastros que te deja en la estructura de precios y en la estructura social no vuelven a la normalidad rápidamente. Por eso es muy importante que estas cuestiones no se acumulen y provoquen plenamente sus efectos ya que si es así, después nos va a costar el doble salir. Porque lo que se destruye en 2 años te lleva 10 recuperarlo”.